Itognadol/AJN.- La medida fue bien recibida en Israel y por los republicanos en Washington.
La administración de Trump volvió a imponer sanciones contra Irán levantadas previamente bajo un acuerdo nuclear internacional de 2015.
Las sanciones amenazan la supervivencia del acuerdo, deterioran las relaciones con Europa y desestabilizan la frágil economía de Teherán.
Noventa días después de retirarse del acuerdo nuclear, que se basaba en límites comerciales al trabajo nuclear de Irán a cambio de un alivio en las sanciones internacionales, el presidente Donald Trump volvió a poner restricciones al acceso de Irán a billetes en dólare, oro y otros metales preciosos.
Las sanciones también apuntan a las instituciones financieras que manejan o retienen la moneda de Irán, el rial, que ya se había disparado esta semana a su valor más bajo en la historia.
Aunque se esperan sanciones adicionales a la venta de alfombras, pistachos y el sector automotriz, las sanciones más duras volverán en noviembre, cuando Washington se imponga sobre la exportación de petróleo, el sector portuario y las transacciones con el Banco Central de Irán.
"Estados Unidos está totalmente comprometido a hacer cumplir todas nuestras sanciones, y trabajaremos estrechamente con las naciones que llevan a cabo negocios con Irán para garantizar el cumplimiento total. Las personas o entidades que no cancelan las actividades con Irán corren el riesgo de sufrir graves consecuencias", remarcó Trump, firmando una orden ejecutiva que restableció las antiguas sanciones.
"Me complace que muchas empresas internacionales anunciaran su intención de abandonar el mercado iraní y varios países indicaron que reducirán o terminarán las importaciones de petróleo iraní", agregó. "Instamos a todas las naciones a dar los pasos necesarios para dejar claro que el régimen iraní se enfrenta a una elección: cambiar su comportamiento amenazante y desestabilizador y reintegrarse a la economía mundial, o continuar por un camino de aislamiento económico".
La medida, aunque se esperaba desde mayo, no fue bien recibida por los aliados europeos que fueron parte del acuerdo.