Agencia AJN.- Dos combatientes de la unidad especial antiterrorista Yamam de la Policía Fronteriza resultaron heridos anoche durante una incursión en Yenín para detener a la célula terrorista detrás de los disparos mortales del rabino Raziel Shevah.
Uno de los terroristas, Ahmed Jarrar, murió en la lucha que estalló mientras las tropas israelíes buscaban a los asesinos de Shevah, mientras que otro terrorista fue arrestado. Varios sospechosos adicionales fueron detenidos para ser interrogados también.
Las dos tropas heridas fueron llevadas al hospital para recibir tratamiento médico. Uno resultó gravemente herido, y su condición se estabilizó desde entonces, mientras que el otro sufrió daños leves.
También se conoció que varios palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos, en los que los palestinos dispararon contra las tropas de Israel y arrojaron explosivos, rocas y bloques de concreto contra ellos.
Durante la redada, las fuerzas de seguridad israelíes demolieron la casa de Jarrar y una casa adyacente que pertenecía a su tío. Se informó que dos casas adicionales fueron demolidas, también pertenecientes a la familia ampliada Jarrar.
Las fuerzas israelíes continuaron operando en la ciudad palestina durante toda la noche, donde se encontraron con violentos disturbios, con cientos de palestinos lanzando piedras contra las tropas. Las Fuerzas de Defensa de Israel y la Policía de Fronteras utilizaron medidas de dispersión de la multitud contra los alborotadores.
Al comienzo del ataque, fuentes palestinas informaron que decenas de vehículos de las FDI entraron en la ciudad y confiscaron cámaras de seguridad en las estaciones de servicio.
La operación en Yenín fue posible gracias a la actividad de inteligencia significativa y de gran escala del Shin Bet y la FDI. Al principio, las fuerzas de seguridad pensaron que los perpetradores del ataque habían huido a Nablus, que está cerca de Havat Gilad, donde ocurrió el ataque. Pero la nueva información contenida indicó que los miembros de la célula escaparon a Yenín en su lugar.
El terrorista asesinado y miembro de Hamás, Ahmed Jarrar, de 22 años, era hijo de un alto comandante de la organización terrorista en la Ribera Occidental, Naser Jarrar, que murió en un enfrentamiento con las tropas israelíes en 2002.
El padre, Naser Jarrar, pasó tiempo en prisión israelí de forma intermitente entre finales de la década de 1980 y 1996. Estaba a cargo de reclutar terroristas y orquestar atentados suicidas durante la segunda intifada, incluido un ataque planeado masivo en un edificio de gran altura, que fue frustrado.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, elogió a la policía fronteriza y a las fuerzas de Yamam por el ataque y expresó: “Conseguiremos a cualquiera que intente herir a los ciudadanos de Israel. El Estado de Israel los llevará ante la Justicia”. El primer ministro también envió buenos deseos a las tropas heridas.