Agencia AJN.- Kenia es un aliado cercano de Israel y la juramentación del presidente reelecto Uhuru Kenyatta es una “buena razón para ir a África”, aseguró un alto funcionario diplomático ayer, explicando por qué el primer ministro Benjamín Netanyahu volará por un día a Nairobi.
La decisión de Netanyahu de asistir a la ceremonia despertó algunas sospechas, ya que los resultados de agosto fueron duramente impugnados por el principal candidato de la oposición, Raila Odinga, quien boicoteó una nueva votación ordenada por la Corte Suprema en octubre. Todo el proceso electoral se vio empañado por la violencia.
El alto funcionario expresó que la visita de Netanyahu no se trata solo de la inauguración, sino que se establecieron reuniones bilaterales con otros jefes de Estado africanos, incluso con los presidentes de Ruanda, Uganda, Tanzania y Zambia.
Debido a preocupaciones de seguridad, no se espera que Netanyahu participe en la ceremonia de inauguración principal que se celebrará en el estadio Kasarani para 60 mil personas en Nairobi.
Por el contrario, después de aterrizar en la mañana y ser recibido en una ceremonia oficial, Netanyahu tiene previsto participar en un evento en el palacio presidencial, donde tendrá una reunión conjunta con unos 10 líderes africanos, incluidos los presidentes de Togo, Namibia y Botswana, primer ministro de Etiopía y vicepresidente de Nigeria, seguido de discusiones bilaterales.
Netanyahu se refirió a Kenyatta como “mi amigo” y al nombrar que esta era su tercera visita al país en 18 meses, destacó: “Esto te habla acerca de que la importancia que tenemos en Israel atribuye a África, y no menos importante, la importancia que África otorga al fortalecimiento de los lazos con Israel”.
Funcionarios diplomáticos desviaron las críticas de que Netanyahu asistirá a la ceremonia a pesar de que fue impugnada y afectada por la violencia, diciendo que la comunidad internacional aceptó la autorización de la Corte Suprema de los resultados de la segunda elección, que Kenyatta ganó por un margen de alrededor del 98 por ciento. Sin embargo, menos del 40 por ciento del electorado participó en esa votación.
“Esta es una forma de construir relaciones sólidas con África, y Kenia es un jugador importante en el este de África”, sostuvo un funcionario diplomático occidental sobre la visita de Netanyahu. Además aseguró que la comunidad internacional aceptó ampliamente los resultados de las elecciones al darse cuenta de que “si no es Kenyatta, será un caos”.
Kenyatta, presidente desde 2013, derrotó al ex primer ministro Odinga en las elecciones de agosto, en aproximadamente ocho puntos porcentuales. Odinga no aceptó los resultados, alegando que habían sido fraudulentos, y lo desafió en el tribunal.
A principios de septiembre, el Tribunal Supremo de Kenia reconoció irregularidades y, en una acción sorpresiva, anuló los resultados y ordenó nuevas elecciones, que se llevaron a cabo en octubre. Sin embargo, Odinga boicoteó esas elecciones, justificando que no había garantía de que esos resultados tampoco fueran manipulados.
Sin la participación de Odinga, Kenyatta obtuvo una victoria aplastante, que fue validada a principios de este mes por la Corte Suprema. Esa decisión no fue reconocida por Odinga, y se espera que celebre una ceremonia paralela de “juramento” el martes en protesta.
Los medios de comunicación de Kenia informaron que unos 13 jefes de Estado asistirán a la ceremonia de juramentación, así como representantes de bajo nivel de numerosos otros países, incluidos EEUU, Gran Bretaña y China.