El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Al-Moallem, afirmó en una entrevista publicada por la agencia de noticias árabe Sana, que se registró "un cambio de posiciones de los países conocidos por su apoyo a las organizaciones terroristas" tras entender que "el logro de los objetivos de la conspiración contra Siria ya no es posible”.
En la entrevista con el canal televisivo al-Mayadeen, el funcionario sirio explicó que su país "entró en el último periodo de la crisis y está caminando con pasos firmes hacia la reconstrucción de lo que fue destruido por los terroristas”.
Además añadió: “Lo que me hace pensar así son las victorias del Ejército Árabe Sirio y sus aliados, así como la liberación de muchos terrenos de Siria en poco tiempo”.
Asimismo agregó que la liberación de “cada centímetro cuadrado del territorio” de los “terroristas” es la primera prioridad, y en este sentido "no se cuenta con políticas o estrategias de otros Estados, sino con la determinación y voluntad de su ejército y pueblo".
“Nadie puede decidir en nombre del pueblo sirio el futuro de Siria, sea quien sea”, precisó.
En relación con la presencia militar norteamericana en territorio de Siria, el diplomático aclaró: “Hay que distinguir entre la legítima presencia de Rusia en Siria, mientras que la de los Estado Unidos no es más que una agresión contra un Estado soberano”.
Al ser consultado sobre la intervención de Estados Unidos en trasladar a cabecillas de Daesh de Deir Ezzor, Al-Moallem dijo que "Estados Unidos es quien debe responder a esa pregunta".
Sobre la muerte del general ruso Valeri Asápov en Siria, el canciller dijo: "Expresamos nuestro profundo pesar por el fallecimiento del general ruso Valeri en Deir Ezzor”, agregando que el grupo terrorista Daesh recibió abundante información sobre el lugar en donde estuvo el general fallecido.
Por otra parte, el ministro sirio aclaró que su país "garantiza la seguridad y vida de todos los que quieran volver a su madre patria, y en este sentido no se puede obligar a nadie para que regrese".
“Creo que la mayor parte de ellos quieren volver, y volverán para participar en el proceso de reconstrucción, ya que no miran al actual estado de la economía de Siria, sino al futuro de esa economía”, manifestó.
Al comentar su reunión con su homólogo libanés, al-Moallem dijo que "este encuentro es natural y es necesario por la realidad de la historia y la geografía".
Añadió además que el presidente ruso, Vladimir Putin, "demostró practicamente su determinación de combatir el terrorismo" y "Rusia hoy en día es un importante actor internacional que presta apoyo a Siria".
El ministro al-Moallem afirmó que las bases militares norteamericanas son temporales como lo demuestra lo que ha sucedido en Al-Tanf y Rusia considera la cuestión de los kurdos como un problema interno sirio, afirmando que el gobierno sirio es capaz de resolver este problema a través del diálogo en el futuro. También dijo que cualquier intento de dividir Irak es inaceptable.
Tras ser consultado sobre si Turquía modificó su política hacia Siria después del reciente acuerdo alcanzado en Astana sobre la creación de una zona de distensión en Idleb, al-Moallem dijo que "el acuerdo servirá como una prueba para Turquía; si habrá éxito en esta region respecto al alto de fuego y el alivio del sufrimiento de los sirios habrá una camino para que Idleb regrese a la patria, entonces y en este caso Turquía podría haber cambiado verdaderamente su política".
En cuanto al proceso de Ginebra, al-Moallem dijo: "Este proceso todavía es incapaz de estar al nivel de lo que se ha logrado en Astana, ya que sigue sometido a las voluntades de las fuerzas que conspiraron contra Siria".
El titular sirio aseveró que "los sirios y sus socios y los países que no han conspirado contra ella, participarán en el proceso de reconstrucción, por lo que el presidente Bashar al-Assad lanzó la política de mirar hacia el Este, porque estos socios están al Este", dijo en referencia a China, Rusia, Irán, la India e incluso Pakistán.
Además hizo hincapié en que las partes que participaron en el derramamiento de sangre de los sirios no se les permiten participar en la reconstrucción, y si los europeos quieren participar en el proceso de reconstrucción, deben levantar las medidas coercitivas unilaterales impuestas a Siria.