Itongadol.- Mientras Netanyahu intentaba posponer la medida, en medio de las protestas masivas por parte de los líderes judíos estadounidenses, Shas y los líderes de Judaísmo de la Torá Unido abandonaron la reunión con los partidos de la coalición.
Los líderes de los partidos ultra-ortodoxos Shas y Judaísmo de la Torá Unido se fueron hoy de una reunión de gabinete por los desacuerdos con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre el retraso de la controversial ley de conversión.
En la reunión Netanyahu propuso a los jefes de las seis facciones de la coalición que el proyecto de ley, que provocó protestas de una amplia representación de la comunidad judía estadounidense, se retrasara durante seis meses, mientras que un comité estatal encabezado por un juez sea nombrado para elaborar un compromiso que satisfaga las demandas de los legisladores de Haredi y los de los judíos estadounidenses que se oponen al proyecto de ley en su forma actual.
Bajo el retraso propuesto, el Estado de Israel pediría a la Corte Suprema de Justicia congelar las apelaciones relacionadas con la conversión que fueron presentadas por corrientes judías liberales y la organización ortodoxa Giyur Kahalacha en los últimos meses.
La propuesta fue aceptada por la mayoría de los líderes del partido, según fuentes familiarizadas con lo que ocurrió en la reunión a puerta cerrada que hablaron con los medios de comunicación israelíes.
Pero entonces Netanyahu pidió a un ayudante que redactara una carta anunciando la decisión que enviaría a los líderes judíos estadounidenses.
Según la información recibida, el ministro del Interior israelí, Aryeh Deri, de Shas, pidió que a cambio de la demora, los otros partidos de la coalición estén de acuerdo en adelantar el proyecto de ley si la Corte Suprema de Justicia acepta la apelación del movimiento reformista sobre el reconocimiento de sus conversiones.
El líder de Kulanu y ministro de finanzas, Moshe Kahlon, insistió en que cualquier nuevo impulso al proyecto de ley requeriría un nuevo debate en el gabinete, lo que llevó a Deri a quejarse airadamente de que él era el único comprometido.