Itongadol/AJN.-El 22 de septiembre de 1928, dos días antes de Iom Kipur, Barbara Griffiths, de cuatro años,salió de su casa en Massena, Nueva York y no regresó. Un equipo de búsqueda se formó – que incluía a varios miembros del Ku Klux Klan – y comenzó a propagarse rumores de que los judíos de la ciudad la secuestraron y asesinaron en un ritual.
La acusación del libelo de sangre – de que los judíos cocinaban la sangre de los bebés no judíos en matzá, entre otras rituales inventados – no era nueva. Ni siquiera en los Estados Unidos, que había visto a su primer libelo de sangre conocido surgido en una comunidad de inmigrantes irlandeses en la ciudad de Nueva York, en 1850.
La policía y el intendente de la ciudad fronteriza canadiense interrogaron al rabino de la comunidad judía, Berel Brennglass, quien les recrimino el creer tales conspiraciones. Cuando la niña volvió ilesa al día siguiente, los rumores se pusieron definitivamente terminaron: resulta que ella se había perdido y quedado dormida en el bosque.
Después de liderar la oración de Kol Nidre esa noche, el rabino Brennglass pidió a su comunidad a levantarse como judíos y americanos contra el antisemitismo. La historia atrajo la atención nacional y el intendente y la policía estatal se disculparon. En estos días, Massena, Nueva York lucha públicamente contra el legado de este asunto preocupante.