Itongadol.- (Lazar Berman – Times of Israel) Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) vienen golpeando a Hezbollah desde que el grupo terrorista libanés comenzó a disparar sobre la frontera al día siguiente de la invasión de Hamás del 7 de octubre al sur de Israel.
El propio Hezbollah publicó los nombres de más de 500 de sus combatientes muertos en el conflicto, que lleva casi un año. Israel abatió a las principales figuras militares del grupo chií, incluido su comandante en jefe Fuad Shukr.
En los últimos días, el Estado judío intensificó sus ataques contra Hezbollah, atacando con más dureza al representante iraní.
La explosión la semana pasada de miles de dispositivos de comunicación de Hezbollah dejó fuera de combate a 1.500 combatientes, según declaró el miércoles a Reuters un responsable del grupo terrorista libanés. Israel, por su parte, no asumió la responsabilidad de la operación hasta el momento.
En la misma línea, el viernes pasado, Israel eliminó a muchos de los altos mandos de la fuerza de élite Radwan de Hezbollah. Las IDF vienen atacando en el último tiempo los arsenales de cohetes de Hezbollah, aunque los informes de que Israel eliminó la mitad de sus capacidades son probablemente exagerados.
La respuesta de Hezbollah fue previsible y no especialmente eficaz. Lanza cientos de cohetes al día contra Israel, aumentando su alcance y número cada día. Pero con la capacidad de defensa antiaérea de Israel y su amplia red de refugios, los ataques no tuvieron un efecto importante en la voluntad de la población israelí de mantener la lucha.
Sin embargo, los israelíes no deben dejarse engañar. Hezbollah sigue siendo un adversario potente que todavía tiene que emplear la mayor parte de su arsenal, y si la lucha llega a una invasión terrestre -como el Jefe del Estado Mayor Herzi Halevi está indicando que ocurrirá– las IDF pueden esperar enfrentarse a un adversario mucho más peligroso que Hamás en Gaza.
Transformaciones militares
Al igual que Israel, Hezbollah vio en la indecisa Segunda Guerra del Líbano de 2006 una llamada de atención sobre la necesidad de transformar rápidamente sus capacidades militares.
»Durante estos 18 años, Hezbollah no estuvo plantando árboles ni construyendo casas en Líbano», afirmó el general de brigada (res.) Tzvika Haimovitz, ex comandante de las IDF, agregando que »Hezbollah se construyó un semiejército. Conozco muchos ejércitos en el mundo, pero no conozco muchos que tengan las capacidades que tiene el grupo terrorista Hezbollah».
Uno de los principales esfuerzos del grupo terrorista libanés fue la mejora de sus capacidades de cohetes y misiles.
Según evaluaciones oficiales de las IDF de antes de que comenzara la guerra en octubre pasado, Hezbollah tenía más de 200.000 cohetes, morteros y misiles.
Según un informe de marzo del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Hezbollah tiene ahora entre 40.000 y 80.000 cohetes no guiados de corto alcance con alcances de hasta 20 kilómetros, y unos 60.000 a 80.000 cohetes no guiados de largo alcance que pueden alcanzar los 100 kilómetros.
Su arsenal de misiles balísticos es menor, pero puede llegar mucho más lejos en Israel. Hezbollah tiene hasta 40.000 misiles balísticos con un alcance de 160-300 kilómetros, unas docenas de misiles Scud que pueden alcanzar los 500 kilómetros, y varios cientos de misiles balísticos de precisión Fateh-110 que pueden lanzar una cabeza nuclear de 500 kg a una distancia de 300 kilómetros.
La densa zona de Tel Aviv está a menos de 150 kilómetros de la frontera con Líbano.
Hezbolá invirtió considerablemente en la capacidad de supervivencia de sus cohetes y misiles, mientras que dispone de lanzadores móviles montados en camiones, misiles almacenados en viviendas civiles y una extensa red de búnkeres y túneles.
En una guerra total, Hezbollah utilizaría su potencia de fuego de varias maneras. Como hizo en 2006, atacaría con sus cohetes no guiados a los centros de población para erosionar la voluntad y la confianza de la población israelí en el gobierno y perturbar el funcionamiento del país.
Su arsenal de precisión, más pequeño, tendría como objetivo bases de las IDF, concentraciones de tropas e infraestructuras civiles estratégicas en las profundidades del país.
Hezbollah podría utilizar su enorme arsenal de corto alcance para dar cobertura a un intento de invadir el norte de Israel y capturar una ciudad o instalación militar, y también intentaría que sus cohetes durasen, para mostrar su resistencia frente a los ataques israelíes.