Itongadol.- El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Mousavi, dejó en claro este domingo que no se celebrará una reunión entre el presidente persa, Hassan Rouhani y su par estadounidense, Donald Trump, en el marco de la Asamblea General de la ONU.
También desde Irán sostuvieron que las acusaciones en donde señalan que tuvo un papel en el ataque a las instalaciones petroleras sauditas son «inaceptables» e «infundadas», consignó la televisión estatal.
Esto luego de que un funcionario norteamericano expresará que el ataque a la planta de Aramco fue ejecutado con 20 drones y más de 12 misiles de crucero lanzados desde Irán.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, declaró en relación a la posible falta de petróleo que primero se debe ver qué ocurrirá en Arabia Saudita previo a adoptar una decisión sobre la producción petrolera rusa.
Los ataques del 14 de septiembre contra las refinerías en el este de Arabia Saudí entrañan una desestabilización del mercado energético, advirtió el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, informó la agencia rusa SPutnik.
Previamente el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había escrito en su cuenta de Twitter que su país tiene razones para creer que saben quién está detrás del ataque a la instalaciones petroleras saudíes. «Esperamos escuchar y saber en qué condiciones seguiremos», según dijo.
En tanto, los precios del petróleo subieron un 18% tras el ataque.
La compañía saudí reconoció que el incidente redujo su producción diaria en unos 5,7 millones de barriles, es decir casi a la mitad.
Los rebeldes hutíes reivindicaron la autoría de los ataques y advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el reino cese acciones de combate en Yemen.
¿Qué pasa en Yemen?
En setiembre de 2014 el grupo militarizado de ciudadanos yemenitas hutíes, respaldados por Irán, controlaron la ciudad capital Saana y anunciaron la creación de un nuevo gobierno, encabezado por éstos.
En solo seis meses, los hutíes conquistaron un tercio de los territorios del país en la parte oeste.
En marzo del 2015 una coalición liderada por Arabia Saudita intervinó en las tensiones internas en Yemen, en tanto que apoyaba al presidente Abed Rabbo Mansur Hadi, a quien los hutíes intentaban derrocar.
Desde ese entonces se desató una guerra en Yemen entre cuatro actores: los hutíes, apoyados por Irán y que controlan la parte occidental del país; las tribus sunitas, leales al gobierno anterior y que son apoyados por una coalición internacional sunita encabezada por Arabia Saudí; Al-Qaeda, que se encuentra en la Península Arabiga; y Daesh (Estado Islámico) y que son disidentes de Al-Qaeda.
Desde el incio del conflicto en el país más pobre del mundo árabe fallecieron decenas de miles de personas, muchas de ellas civiles, y se dio lo que la ONU describe como la crisis humanitaria más grave del mundo, con 24.1 millones de personas, más de dos tercios de la población, que necesitan asistencia.