Itongadol/Agencia AJN.- El diario reformista Shargh publicó la semana pasada un informe sobre la implementación de una campaña contra la ausencia del hijab, que indica que alrededor de 2.000 negocios, incluidos restaurantes, cafés, alojamientos turísticos, tiendas minoristas e incluso una clínica de asesoramiento y un gimnasio fueron cerrados el último mes.
Los medios de comunicación de línea dura informaron que algunos negocios, principalmente restaurantes y cafés, propiedad de artistas famosos y futbolistas populares, habían sido cerrados o habían recibido advertencias por desafiar las reglas del hiyab por parte de su personal y clientes.
Las autoridades también anunciaron que habían cerrado Opal Mall, un enorme centro comercial moderno con más de 450 negocios en Teherán. Shargh dijo que solo el cierre del centro comercial ha resultado en la pérdida de alrededor de 2.500 empleos.
A principios de mes, el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, de 83 años, reiteró la postura del régimen sobre el hiyab, que se volvió obligatorio después del establecimiento de la República Islámica en 1979. “Desechar el hiyab es haram (pecaminoso) basado en la Sharia y también políticamente”, afirmó.
Su declaración fue una señal clara para todas las autoridades estatales y religiosas de hacer todo lo necesario para restablecer el control sobre las mujeres que se unen cada vez más al movimiento de desobediencia civil contra las reglas forzadas del hiyab.
Sin embargo, los expertos legales dicen que el cierre de negocios no está justificado, incluso en base a las propias leyes de la República Islámica y la Sharia.
“¿Alguien ha oído alguna vez que una calle esté prohibida debido a un asesinato que ocurrió allí? ¿O es posible cerrar una oficina del gobierno debido a la corrupción? Los negocios no pueden cerrarse porque alguien se quita el hiyab allí”, escribió Mohammad Mansouri-Boroujeni, profesor de derecho en la Universidad de Esfahan en un comentario el 20 de abril.