Advertencia: este informe describe con detalle gráfico hechos y testimonios profundamente perturbadores (Jerusalem Post).
Agencia AJN.- Expresiones de agonía sobrevivieron a sus muertes, afirmó la reservista de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), Shari Mendes, al describir lo que vieron los expertos israelíes cuando identificaron y prepararon para el entierro los cuerpos femeninos de la masacre de Hamás del 7 de octubre.
«Estas mujeres llegaron con los ojos abiertos y los puños cerrados», agregó Mendes, cuya unidad rabínica de las IDF trabajó con los cuerpos, todos los cuales fueron llevados a la base Shura de las IDF.
La reservista expresó: «Los soldados con los que tratamos tenían expresiones de agonía en sus caras todavía. Recuerdo a una joven que tenía el brazo roto por tantos sitios que nos resultó difícil ponerle el brazo en la mortaja, y también la pierna. En su caso, todo el lado izquierdo de su cuerpo estaba destrozado, hecho pedazos, probablemente por una granada».
Violencia de género
Mendes habló el lunes en un acto paralelo en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York organizado por la misión de Israel ante el organismo mundial. «Escucha nuestras voces: Violencia sexual y de género en el atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre», se realizó para mostrar las historias de violaciones y mutilaciones de género cometidas por Hamás durante el atentado, que en gran medida fueron barridas bajo la alfombra por la comunidad internacional, incluida la propia ONU.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y ONU Mujeres no emitieron condenas de tales actos hasta la semana pasada.
En el acto del lunes, Mendes advirtió que muchos de los cadáveres de mujeres jóvenes llegaron a Shura «en harapos destrozados y ensangrentados o simplemente en ropa interior, y su ropa interior estaba en ocasiones muy ensangrentada».
La destrucción causada por los terroristas de Hamás en el kibutz Kissufim el 7 de octubre de 2023, cerca de la frontera entre Israel y Gaza, en el sur de Israel, el 1 de noviembre de 2023. (Crédito: ERIK MARMOR/FLASH90)
«El comandante de nuestro equipo vio a varias mujeres soldado que habían recibido disparos en la entrepierna -partes íntimas/vagina- o en el pecho. Parecía una mutilación genital sistemática de un grupo de víctimas», añadió Mendes.
En un testimonio filmado que se reprodujo en el acto, una superviviente señaló que esa mañana vio cómo un terrorista cortaba los pechos a una mujer y luego jugaba con ellos, después de haberla violado.
«Nuestra unidad vio cadáveres decapitados o con miembros cortados, mutilados. Una joven llegó sin piernas: se las habían cortado. Vimos varias cabezas cortadas, una con un gran cuchillo de cocina aún incrustado en el cuello», detalló Mendes.
La reservista explicó que incluso algunos restos »llegaron carbonizados y hubo que identificarlos y preparar para el entierro. Estos cuerpos estaban quemados hasta quedar irreconocibles, en ocasiones sin brazos ni piernas; no se parecían a nada humano».
«A veces rebuscábamos entre montones de ceniza que se desintegraban al tocarlos. Estos soldados fueron quemados vivos a temperaturas muy altas», concluyó Mendes.