Inicio MEDIO ORIENTE Líbano: Banco Mundial acusa a políticos de crueldad por sus promesas sobre depósitos

Líbano: Banco Mundial acusa a políticos de crueldad por sus promesas sobre depósitos

Por IG
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AJN/Itongadol.- El Banco Mundial ha dicho que las afirmaciones de políticos libaneses de que los depósitos en el colapsado sector bancario del país son sagrados son «crueles» porque «contradicen flagrantemente la realidad».

Líbano se encuentra en el tercer año de un colapso financiero que ha dejado pobres a ocho de cada diez personas y que, según el Banco Mundial, es deliberado y puede ser uno de los tres peores de los tiempos modernos.

«Los eslóganes políticos sobre lo sacrosanto de los depósitos son huecos y oportunistas; de hecho, el abuso constante de este término por parte de los políticos es cruel», dijo el Banco Mundial en un informe publicado el martes.

«No solo contradice flagrantemente la realidad, sino que impide soluciones para proteger a la mayoría, si no a todos los pequeños y medianos depositantes, en dólares y en efectivo», dijo el informe.

El informe señala que las pérdidas del sector financiero, estimadas por el Gobierno en más de 70.000 millones de dólares, deberían haber sido aceptadas al comienzo de la crisis por los accionistas bancarios y los grandes acreedores «que se han beneficiado mucho en estos 30 años de un modelo económico muy desigual».

El informe explora si el modelo económico del país desde principios de la década de 1990 equivale a un esquema Ponzi, un tipo de estafa de inversión que asegura ganancias para los inversionistas con dinero tomado de nuevos inversionistas.

El declive de la economía libanesa ha llegado al punto de que los empleados del sector público declararan una huelga hace tres semanas ya que el costo de trasladarse al trabajo sería mayor que sus salarios.

La lira libanesa ha perdido más del 90% de su valor y el salario mínimo mensual ha bajado del equivalente a 450 dólares a 24 dólares desde 2019 debido a que los precios se han disparado como consecuencia de varios eventos globales y locales.

“A los empleados del gobierno les costaría más ir a trabajar que simplemente quedarse en casa”, dijo a The Media Line Mario Keyrouz, analista financiero libanés.

La guerra de Rusia contra Ucrania ha ejercido una presión al alza sobre los precios del combustible en todo el mundo y ha golpeado aún más al Líbano, explicó.

Como consecuencia, el costo del transporte ha aumentado considerablemente. Esto, combinado con la devaluación de la lira, ha llevado a los empleados del gobierno a quedarse en casa, paralizando todo el sector público, dijo Keyrouz.

Charbel Feghaly, profesional de gestión de inversiones y profesor universitario, dijo a The Media Line que después de analizar el cambio en la balanza de pagos del país y la hiperinflación en los últimos años, muchos profesionales financieros dicen que la crisis actual es la peor en la historia del Líbano.

Sin embargo, en su opinión, “es incluso mayor de lo esperado dado el nivel de corrupción en el gobierno y el grado de tribalismo inculcado en la mente del libanés promedio y en los llamados medios de comunicación ‘libres’”.

Feghaly agregó que el país aún no ha tocado fondo. “Por decirlo suavemente, lo peor está por venir”, dijo.

Solo volver a las condiciones «florecientes» de 2018 requeriría un crecimiento anual continuo de alrededor del 5% durante dos décadas, dijo Feghaly.

La crisis económica libanesa estalló en octubre de 2019, cuando los ciudadanos salieron a las calles para protestar contra un plan del gobierno de cobrar 20 centavos por día por el uso del Protocolo de Voz por Internet (VOIP) en aplicaciones de redes sociales, incluidas WhatsApp y Facebook. Desde entonces, la situación ha empeorado con la pandemia de COVID-19, la explosión del puerto de Beirut en 2020 y las consecuencias de la guerra ruso-ucraniana.

“Según la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental, el 82% de los residentes libaneses sufre pobreza multidimensional”, dijo Keyrouz. Agregó que el producto interno bruto del país se redujo de más de 50 mil millones de dólares en 2019 a poco más de 20 mil millones de dólares en 2021.

Feghaly explica que el Líbano es un país frágil y se ve afectado por los recientes aumentos sistemáticos de los precios del petróleo y el gas. “Es una economía en desarrollo orientada a los servicios en una sociedad de la Edad del Bronce sin ningún tipo de diversificación en la producción o asignación de inversiones”, dijo.

Agregó, sin embargo, que “la crisis económica actual es un efecto secundario y no el problema principal”.

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