Itongadol.- Un convoy con los cuerpos de cuatro rehenes israelíes asesinados por Hamás cruzó la frontera de Gaza hacia Israel este jueves, más de 500 días después de su secuestro. Entre ellos, se creía que se encontraba el cuerpo de Shiri Bibas, quien fue secuestrada junto a sus hijos Ariel y Kfir el 7 de octubre de 2023. Sin embargo, la identidad de los restos entregados en su nombre ha sido desmentida por las autoridades israelíes.
Según informó el Instituto Forense Abu Kabir, los restos colocados en un ataúd con la foto de Shiri Bibas no corresponden a la rehén israelí, sino a una mujer no identificada de Gaza. Los análisis de ADN realizados a los restos entregados por Hamás no coinciden con el perfil genético de Shiri ni con el de ninguna de las otras rehenes israelíes aún en cautiverio.
Por su parte, un alto funcionario de Hamás, Ismail al-Thawabteh, declaró a la agencia Reuters que el cuerpo de Shiri Bibas fue «convertido en pedazos» y supuestamente quedó mezclado con otros cuerpos bajo los escombros, reiterando la afirmación del grupo terrorista de que la madre israelí y sus hijos murieron en un bombardeo de Israel.
No obstante, el ejército israelí desmiente la versión de Hamás. Basándose en pruebas forenses y de inteligencia, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguran que los pequeños Ariel y Kfir Bibas fueron brutalmente asesinados por terroristas en noviembre de 2023, sin haber sido víctimas de ningún ataque aéreo.
Los cuerpos de los cuatro rehenes entregados por Hamás fueron recibidos en una ceremonia militar en la Franja de Gaza, presidida por el Gran Rabino de las FDI, el general de brigada Eyal Karim. Posteriormente, fueron trasladados en un convoy militar al Instituto Forense Abu Kabir para su identificación formal. En Israel, ciudadanos en silencio y con banderas nacionales se alinearon a lo largo de la ruta en señal de respeto y duelo.
La entrega de restos en condiciones no identificables y la negativa de Hamás a proporcionar información clara sobre el paradero de Shiri Bibas y sus hijos han generado aún más indignación y dolor en la sociedad israelí, que continúa exigiendo la liberación de los rehenes que aún permanecen en manos de la organización terrorista.