Itongadol.- Mojtaba Amani, el embajador iraní en Líbano que resultó herido durante el incidente de la detonación del localizador en septiembre, admitió que Hezbollah fue quien compró los localizadores en primer lugar.
Durante una entrevista con el medio de comunicación de la República Islámica, ISNA, Amani alegó que los localizadores no se utilizaron con fines militares, y acusó a Hezbolá de que su detonación constituyó un crimen de guerra. También declaró que, antes de la detonación, sonó un «pitido especial». Luego apareció un mensaje que decía: «Tiene un mensaje importante», lo que desencadenó la detonación al pulsar un botón para leerlo.
Esta confesión se produce tras meses en los que los medios pro Hezbollah han afirmado que los buscapersonas no se limitaban únicamente a los miembros de Hezbollah, a pesar de que la propia Hezbollah admitió que los tenían sus miembros en los días posteriores al incidente.
Intentando explicar la necesidad de Hezbollah de los localizadores, Amani acusó a Líbano de «no tener un gobierno muy fuerte», añadiendo que el país «no tiene presidente y el primer ministro es temporal».
Según Amani, estos hechos llevaron a Hezbollah a comprar los localizadores en un intento de alertar de los ataques aéreos israelíes. También señaló que, desde el incidente, los localizadores no se han utilizado, y los miembros de Hezbollah se han avisado entre sí disparando al aire y confiando en las advertencias preventivas de Israel.
Amani no proporcionó ningún contexto para su propia tenencia de dicho dispositivo de comunicaciones adquirido y utilizado por la organización terrorista.
Una vez que la nueva administración asuma el poder, presentaremos una demanda ante los tribunales estadounidenses y exigiremos la confiscación de los bienes y propiedades de los mulás iraníes para pagar una indemnización a los libaneses cuyas casas fueron destruidas por las milicias terroristas, la IRGC y Ali Khamenei.»
A principios de esta semana, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reivindicó públicamente por primera vez la autoría del atentado con buscapersonas, acusando a otros miembros del gabinete de oponerse al mismo.
El ataque, que al parecer se pensó activar en los primeros días tras la masacre del 7 de octubre pero luego se pospuso, causó heridas a unos 4.000 terroristas de Hezbollah y la muerte de al menos 59, según diferentes informes.