Agencia AJN/Itongadol.- El jugo de uva que puede utilizarse para recitar el Kidush (bendición del vino) en la mesa de Shabat (el día de descanso semanal para el judaísmo) se coló en medio de una discusión entre el presidente argentino, Javier Milei, y su antecesor, Alberto Fernández.
Poco antes del final de una conferencia del mandatario en la feria agrícola «Expoagro», que se desarrolla en San Nicolás de Los Arroyos, una ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires, este anticipó ayer, martes, que para bajar el gasto público, no recibiría a los empresarios del sector en la Residencia Presidencial de Olivos, en el norte del Conurbano bonaerense, con champán, una bebida que erróneamente consignó que abundaba en los almuerzos y cenas de su predecesor.
En cambio, «lo único que les puedo ofrecer es el Keter que tomo en Shabat», antes de aclarar que se trata de una marca de «jugo de uva para los que no toman alcohol».
Milei hizo así alusión a uno de los ritos principales de cada comida judía, fundamentalmente las de ese día de descanso o las festividades, en una nueva muestra de su cercanía con la fe mosaica.
En el judaísmo, las jornadas comienzan al anochecer, con la salida de las estrellas, de modo que la cena es la primera comida del día.
Las mismas incluyen plegarias y bendiciones, las principales de las cuales son el Kidush, con una copa de vino o jugo de uva rebosante, y Hamotzí, con la jalá (pan trenzado), que es una pieza en los días comunes y dos en Shabat y las festividades.
La cena de Shabat viene precedida del encendido de las velas que marcan el inicio de la jornada de descanso y comienza con una serie de oraciones.
Para el Kidush se puede usar, indistintamente, vino o jugo de uva porque se bendice a D’s, el Rey del Mundo, «el creador del fruto de la vid».