Itongadol.- Anoche tuvo otra jornada de protestas contra el primer ministro israelí y su gobierno por el desempeño en el manejo de la crisis del coronavirus. Las principales concentraciones tuvieron lugar en la residencia del mandatario en Jerusalem, unas 15 mil personas se congregaron en Plaza París, en su vivienda privada en Cesarea y en Tel Aviv. También en los principales cruces de rutas y puentes de Israel hubo reclamos.
Pasada la medianoche la Policía comenzó a pedir a las multitudes que se dispersen ya que la protesta era ilegal. Tres personas fueron arrestadas en Plaza París, en la ciudad capital.
Los organizadores de “Banderas Negras” anunciaron anoche: “Es la séptima semana consecutiva que ciudadanos y ciudadanas se unen al llamado para que Netanyahu haga sus valijas y renuncie tras el fracaso total para hacer frente a la crisis sanitaria. En lugar de prevenir una segunda ola se ocupó de beneficios fiscales para él y su familia. En vez de invertir en los hospitales, Netanyahu incitó. Estamos en estado de emergencia en Israel”.
Esta semana el primer ministro Netanyahu culpó a los medios de comunicación por las protestas contra su gobierno que reúnen cada semana a más ciudadanos y están minando su popularidad.
En un discurso pronunciado en el Parlamento israelí el mandatario condenó las protestas y las llamó: “manifestaciones de anarquistas y no de aquellos que se vieron afectados por el coronavirus”.
“Hay desprecio por los símbolos nacionales y llaman a atentar contra el primer ministro. Hay representaciones sexuales vulgares contra mi esposa. Ninguno de ustedes salió en contra”, expresó dirigiéndose a los parlamentarios.
En un video difundido a mediados de semana en las redes sociales se observa la visita de Netanyahu a la ciudad de Ramla y se escucha a sus partidarios gritarle: “La izquierda está muerta” y “los izquierdistas morirán”, lo que grafica la fractura interna en la sociedad israelí.
En la publicación realizada por la Oficina del Primer Ministro se editaron las imágenes y las expresiones fueron retiradas. Allí se puede ver a Netanyahu preguntando a empleados de un local de comidas si recibieron el subsidio anunciado días atrás, al tiempo que insiste en pagar en efectivo una porción de falafel, una comida popular en Medio Oriente.
En su cuenta de Twitter Netanyahu escribió luego de las protestas por los cánticos que se escucharon que estaba “feliz de que la izquierda de repente haya desarrollado oídos”.
En este marco añadió que “para mí es coherente: condeno la incitación y la violencia de todos los sectores, no solo fuera de mi casa en manifestaciones de izquierda y no en la calle”.
Además Netanyahu pidió al líder de la oposición Yair Lapid, al presidente de la Lista Compartida Ayman Odeh y a los líderes de izquierda que condenen la incitación y las amenazas de asesinato en las manifestaciones en su contra.

Partidarios a favor del Gobierno aparecieron en escena.
La semana pasada miles de personas se concentraron en diferentes puntos en todo el país. Decenas de miles protestaron en Jerusalem, más de 1500 en Cesarea y cientos lo hicieron en Tel Aviv donde se congregaron desocupados y autónomos.
Decenas de manifestantes fueron arrestados en Jerusalem por atentado a la autoridad y disturbios en la vía pública, tras negarse a retirarse una vez terminada la protesta.