Itongadol.- El ministro de Asuntos de la Diáspora de Israel, Nachman Shai, estuvo presente en la Cumbre Anual de Medios Judíos del mundo en Jerusalem y expresó que le preocupa »que el gobierno entrante dañe los lazos entre la comunidad judía mundial e Israel».
Shai, que está cerca de finalizar su etapa como ministro, advirtió: ‘‘El periodo en el que estamos a punto de entrar es desafiante y, como todos los desafíos, tiene resultados positivos y negativos. En primer lugar, me preocupa que el gobierno entrante dañe los lazos entre la comunidad judía mundial e Israel, y no necesariamente de forma intencionada, sino, en parte como consecuencia de la diferencia ideológica y en parte por la afiliación política, la ignorancia y la falta de voluntad para comprender la situación sobre el terreno’’.
‘‘La mayoría de los israelíes entienden poco o nada de lo que significa formar parte de la diáspora. Su ‘israelidad’ es su ‘judeidad’. No necesitan una comunidad judía, ya que su hogar es su comunidad. La vida como judío en Israel no es exigente y normalmente ni siquiera se menciona en las conversaciones. Simplemente está ahí. No entienden ser el ‘otro’, no entienden tener que explicar su judaísmo o tener que defenderlo’’, explicó Shai.
En relación al nuevo aniversario del Estado de Israel y la composición de los ciudadanos, Shai detalló: ‘‘Hoy, 75 años después de la creación del Estado, casi el 80% de los israelíes son nativos, tienen poca idea de a qué se enfrenta el judaísmo mundial. Cuando el israelí promedio se va de vacaciones, en general, no visita una comunidad judía. En Ámsterdam puede que vayan al Museo Judío, pero en Barcelona o en Boston, no tienen ningún deseo o conocimiento de cómo interactuar con la comunidad judía local. Melbourne, Santiago o Toronto son lugares para visitar y, a menos que tengan un pariente allí, no tendrán oportunidad de relacionarse con la comunidad’’.
‘‘Los israelíes viven en un país vibrante y fuerte, en su mayor parte económicamente estable, tecnológicamente avanzado y con un poderoso ejército que los defiende. Pero no aprecian tanto la enorme contribución que los judíos de la diáspora hicieron a su país, tanto financiera como políticamente, e incluso algunos judíos de la diáspora animan a sus hijos a servir en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) como soldados solitarios’’, añadió.
Con respecto a los israelíes que viven en la diáspora, Shai señaló: ‘‘Tenemos más de un millón de israelíes repartidos por todo el mundo. Allí, los israelíes se apresuran a crear grupos de apoyo alternativos y comunidades culturales, pero no se unen a las comunidades judías existentes porque consideran que no tienen necesidad de subrayar y preservar su identidad judía. Se ven a sí mismos como israelíes. Para ellos, es lo mismo’’.
‘‘La idea de que el Ministerio de la Diáspora, uno de los ministerios más pequeños con un presupuesto igualmente modesto, pueda de alguna manera ser el remedio universal para resolver todos los problemas de las relaciones Diáspora-Israel, la asimilación, el antisemitismo y el futuro del mundo judío, es errónea y delirante. Y también se equivocan quienes piensan que la situación es estática. La suma de la asimilación y la indiferencia es mayor que la buena voluntad y las sinceras palabras de apoyo de Israel. ¿Cómo podemos luchar contra la marea del cambio, cuando, por ejemplo, en una escuela secundaria judía de Inglaterra, el gobierno dictaminó que ya no es posible seguir siendo exclusivamente una institución judía sólo para alumnos judíos?’’, agregó Shai.
Y en ese caso, el de la escuela secundaria judía de Inglaterra, se trata de una ‘‘gran escuela, con una excelente reputación, pero la mayoría de sus alumnos ya no son judíos. El hebreo quedó relegado a una lengua moderna más, los estudios judíos son optativos y, en el último enfrentamiento en Gaza, los alumnos musulmanes que estudian en esa misma escuela judía y sus padres se manifestaron en el patio de la escuela con banderas de ‘Palestina libre’. Ustedes saben que estas historias son hechos, y son preocupantes, pero mi problema es que aquí en Israel nos estamos precipitando hacia un abismo aún mayor, donde cuestiones como las que acabo de mencionar son ignoradas’’.

El ministro Shai junto a Doron Almog, el presidente de la Agencia Judía.
Shai también mencionó una cita del reconocido escritor israelí Amos Oz, que escribió que «la democracia en muchas partes del mundo está sufriendo una crisis muy profunda. La política se está convirtiendo en una rama de la industria del entretenimiento. La gente no vota al mejor líder, sino al candidato más divertido». El ministro israelí expresó que no se trata de un ‘‘fenómeno exclusivamente israelí y tampoco judío. Pero está pasando en mi país, en mi gente y nos afecta todos por igual’’.
A la hora de hablar de las recientes elecciones, en las que Benjamín Netanyahu se convirtió en el primer ministro designado, Shai afirmó: ‘‘Los resultados de estas elecciones democráticas no me gustan, y sí, es un resultado democrático, y no podemos cambiarlo. Algunos de los elegidos carecen de experiencia suficiente y algunas de las exigencias de la coalición se contradicen e incluso contravienen el carácter democrático del Estado de Israel. Las elecciones no tuvieron que ver con la Ley del Retorno, ni sobre la conversión, ni sobre la oración en el Muro Occidental, sino que se centraron en la seguridad nacional, en el costo de la vida y en la política nacional e internacional’’.
‘‘La diáspora no era el tema principal de las elecciones. La suposición de que se ganó poder político en casa, en Israel, y por lo tanto se pueden pisotear los derechos de los que estaban en el bando perdedor, es insidiosa. Sería un grave error dañar los lazos entre el judaísmo mundial e Israel de un plumazo y es un grave error despreciar las creencias y el modo de vida de la mitad de nuestro pueblo sólo porque no coinciden con tu visión personal de la halajá o de la identidad judía. Nuestros hermanos y hermanas de la diáspora siempre tomaron medidas para unirse a nosotros, para abogar por nosotros, pero esto tiene que ser una calle de doble sentido’’, destacó Shai.

El ministro Shai junto a Daniel Berliner, el director de la Agencia AJN.
Finalmente, el ministro de la Diáspora le pidió a los periodistas presentes ‘‘que informen al público israelí de lo que ocurre en sus comunidades, de los retos a los que se enfrentan y de las batallas que se libran. Cuanto más comprenda Israel la realidad sobre el terreno en la Universidad de Nueva York, el editorial de Crimson en Harvard, el informe de Recursos Humanos estadounidense que afirma que el 24% de los reclutadores no contratan a judíos, y la bandera palestina ondeada por un alumno musulmán en una escuela judía de Londres, nosotros en Israel tendremos una mayor comunión con ustedes para el futuro de ambos’’.
‘‘Empecé hablando de nuestra historia. Los periodistas, y especialmente los periodistas judíos, tienen el privilegio de ser líderes de sus comunidades contando la historia tal y como es. Tienen la oportunidad de disipar la ignorancia. Tienen la oportunidad de infundir simpatía y comprensión y la responsabilidad moral de elegir las palabras con cuidado. La relación simbiótica entre Israel y el judaísmo mundial es parte integrante de nuestra identidad y comunidad judías conjuntas. Es la tinta con la que escribimos nuestra historia. Debemos encontrar un lenguaje equitativo e inclusivo para dirigir nuestro mundo judío, permanecer abiertos y dar la bienvenida a todos los puntos de vista. Como periodistas, debemos fomentar una mayor comprensión de los retos que ello implica y una estrategia sólida para afrontarlos. Para mí fue un verdadero privilegio trabajar con las comunidades judías mundiales durante muchos años. Estoy comprometido y decidido a seguir trabajando tanto por el judaísmo mundial como por el Estado de Israel, por separado y juntos’’, concluyó Shai.