Itongadol.- El hambre extrema que pasaron los rehenes liberados es «muy preocupante», ya que algunos sufrieron una pérdida de peso del 40% de su peso corporal total, según informó el miércoles el Ministerio de Sanidad.
El Dr. Hagar Mizrahi, jefe de la División Médica, dijo que la inanición provocó un importante deterioro muscular, que requiere la reconstrucción gradual de la masa muscular mediante tratamientos de fisioterapia que comenzaron en los hospitales y continuarán en los departamentos de rehabilitación tras su liberación.
Algunos de los rehenes bebieron agua diluida o agua de mar, lo que también afectó a sus sistemas inmunitarios y les provocó infecciones.
Se preguntó al Dr. Mizrahi si se observaban diferencias en las condiciones de los rehenes femeninos y masculinos y respondió que todos los rehenes sufrían torturas extremadamente graves.
Los rehenes sufrieron daños importantes en la boca, ya que algunos sufrieron fracturas dentales y necesitarán tratamientos prolongados. El difícil estado psicológico también les causó daños en los dientes.
En cuanto a su estado psicológico, el Dr. Mizrahi dijo que algunos de los rehenes necesitan rehacer sus vidas por completo, y que las consecuencias del cautiverio les acompañarán durante mucho tiempo.
«El sistema sanitario prestará todo el apoyo necesario en el ámbito de la salud mental», afirmó.