Itongadol/AJN.- Más de 15,000 personas se dieron cita ayer en la Plaza Rabin de Tel Aviv para conmemorar en un acto multitudinario los 24 años del asesinato del ex primer ministro Ytzhak Rabin, en manos del asesino Yigal Amir.
Como todos los años, llegaron a la famosa plaza que lleva su nombre, ciudadanos de todas las edades y de todos los puntos de Israel, para recorder el asesinato y para decir basta a la violencia que recorre el país, en especial a la violencia verbal. La conmemoración estuvo bajo el lema «Sí a la paz, no a la violencia».
El principal orador fue el líder del partido Azul y Blanco, Benny Gantz, que recibió hace algunos días el mandato del presidente Rivlin para formar gobierno, el ex secretario de Rabin, Shimon Shebes,y se destacó el cantante Aviv Geffen entre los distintos cantantes que participaron del acto.
«Israel nunca se rendirá ante el odio, los niños de Israel no crecerán en un país donde algunos líderes santifican el odio», dijo Gantz al comenzar su discurso. «Israel le va a ganar al odio. Rabin fue asesinado por incitación a la violencia, por el mismo odio. Hace 24 años que Rabin no está con nosotros, pero lamentablemente, la incitación comenzó a aparecer de nuevo y a levantar cabeza. La división nos convirtió a nosotros en extranjeros de unos a los otros y el odio se convirtió nuevamente en un arma utilizada por politicos sin límites», continuó Gantz. «Es una obligación de los líderes de la extrema derecha, del centro, de la izquierda, de la sociedad árabe, de terminar con ese idioma violento que no sabe de limitaciones y nos hace tanto daño».
Gantz siguió su discurso diciendo: «Como primer ministro, me comprometo a que a partir del año que viene, este acto sea oficial y estatal y que esta plaza esté llena de gente para recordar este vil asesinato y que cada uno que venga, pueda sentir su luto personal sin diferencia de su inclinación política. El año que viene, me comprometo como primer ministro, a estar aquí, junto al líder de la oposición, juntando nuestras manos, con un mensaje de paz y reconciliación», finalizó Gantz.
Terminado el acto, el público se dispersó sin ningún incidente, a pesar que como todos los años, hubo pequeños grupos de manifestantes de la extrema derecha, que trataron de molestar a los presentes.