Itongadol/Agencia AJN.- Funcionarios de alto nivel del Likud, actuales y anteriores, algunos de los cuales son miembros actuales de la Knesset (Parlamento), se están uniendo en un esfuerzo por lograr el reemplazo del presidente del partido, el primer ministro Benjamin Netanyahu, según informó el medio hebreo Arutz Sheva.
Según esos altos funcionarios, Netanyahu ha abandonado los objetivos del partido y la agenda de la derecha, en favor de ocuparse de sus asuntos personales, por lo que es necesario devolver al Likud a su verdadero camino.
Los funcionarios mencionan que a pesar de la luz verde que recibió de la administración de los Estados Unidos, Netanyahu optó por no aplicar la soberanía en Judea y Samaria, y además no actuó para cambiar el rostro del sistema de justicia, ni hizo las cosas necesarias para crear un cambio en los medios de comunicación. “Netanyahu se presentó como un derechista y un líder de derecha, pero de hecho actuó para promover la política de izquierda”, añadieron.
Los miembros del grupo emergente afirman que si Netanyahu permanece al frente del Likud, es probable que el partido se desintegre. Por lo tanto, están abordando dos posibilidades: expulsar a Netanyahu o establecer un movimiento de derecha que ocupe el lugar del Likud y adopte su plataforma original, si Netanyahu no dimite y su expulsión no tiene éxito.
El grupo afirma que la principal preocupación del primer ministro en estos días es su supervivencia personal. “Los legisladores y los ministros están ocupados con la guerra por Netanyahu y su supervivencia política”.
La semana pasada, la tensión dentro del Likud se ha intensificado en torno a la cuestión de la carrera por la presidencia del Likud Mundial, y el enfrentamiento entre Mickey Zohar, el candidato de Netanyahu, y el principal candidato para el puesto, y Yaakov Hagoel, un asociado de Danny Danon y el legislador David Bitan quien está al frente de la Agencia Judía.
Al mismo tiempo, los miembros del grupo de Gideon Saar en el Likud están afilando su tono contra las posiciones del primer ministro, aparentemente por una evaluación de que su desaparición política no está lejos.