Itongadol/Agencia AJN.- Gracias a un clima agradable y a la normativa impuesta del gobierno que establece un toque de queda nocturno a partir de las 20:30, las calles de Tel Aviv recobraron su color gracias a la llegada de Purim, el carnaval judío, en el que todos los ciudadanos salen a las calles disfrazados. Las familias con niños llenaron las áreas públicas y los jóvenes celebraron en los callejones del mercado de Carmel y la plaza Dizengoff.
El cierre nocturno no impidió que miles de personas celebraran Purim este viernes en áreas públicas, desde las calles céntricas hasta el paseo marítimo de Tel Aviv. Mientras que en el césped y en la playa la mayoría de los disfrazados eran familias con niños disfrutando del agradable clima, el mercado Shuk HaCarmel recibió a cientos de jóvenes que se agolparon frente a los restaurantes de comida y «pubs» que vendían alcohol.
La amplia campaña de vacunación de Israel, líder a nivel mundial, permitió a la población un festejo más distendido, a pesar de las indicaciones de las autoridades. Hasta el viernes por la mañana, 4,65 millones de personas habían recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, lo que representa aproximadamente el 50% de la población total de Israel de 9,25 millones. De ellos, 3.275 millones también recibieron la segunda dosis de la vacuna.
A excepción de un oficial de policía que llegó al lugar a primera hora de la tarde, no se observó ninguna presencia de fuerzas de seguridad significativa en el área, según informó YNET. Los israelíes celebraron y bailaron sin barbijos y sin mantener distancia social, desoyendo el pedido del primer ministro Netanyahu y de las autoridades de salud.
Tras la apertura de gran parte de la economía esta semana, en consonancia con el masivo plan de vacunación contra el COVID-19, la tendencia a la disminución de las tasas de infección se ha detenido y ciertos indicadores vuelven a alertar sobre un alza en los contagios, según informa el diario The Times of Israel en base a los datos difundidos por el Centro Nacional de Información y Conocimiento del Coronavirus, que opera bajo la Inteligencia Militar y el Ministerio de Salud.
A principios de esta semana, el gobierno votó a favor de implementar un toque de queda nocturno en un esfuerzo por evitar que el público celebre la festividad de Purim organizando grandes fiestas, que el año pasado dieron paso al primer brote masivo de COVID-19 en Israel.
De esta forma, se dispuso que partir de las 8:30 de la noche y hasta las 5 de la mañana no se permitirá que el público deambule a más de 1.000 metros de sus hogares, a excepción de casos de emergencia. Aquellos que violen las restricciones se enfrentarán a una multa de 500 NIS (más de 150 dólares). Por esa razón, este año la celebración se hizo durante el día.
Según un informe difundido este viernes por la Dirección de Inteligencia Militar, a pesar de los avances en la vacunación de la población, se espera un aumento de la tasa de contagio en los próximos días, tras una ralentización del descenso de la tasa de contagio en los últimos días.
Fotos: YNET.