Itongadol/AJN.- La comunidad internacional debería hacer que Irán pague por sus violaciones al acuerdo nuclear con las potencias mundiales, dijo el lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazi, durante una visita a Jerusalem de su homólogo húngaro Péter Szijjártó.
Hungría es miembro de la junta de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y, como tal, recibió sus informes recientes de violaciones iraníes del acuerdo de 2015, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).
En una declaración posterior a su reunión, Ashkenazi dijo que «hablaron sobre la seguridad regional».
«Creemos que la mayor amenaza para la estabilidad y la paz regional es Irán», dijo.
«Israel no permitirá que Irán tenga armas nucleares y no permitiremos el atrincheramiento iraní en nuestras fronteras».
El mundo «debe responsabilizar a Irán y actuar enérgicamente contra las actividades malignas de Irán», agregó Ashkenazi.
El ministro de Relaciones Exteriores también habló en contra del apoyo iraní a los misiles de precisión de Hezbollah que le darían al grupo terrorista libanés mayores capacidades ofensivas estratégicas para amenazar a Israel.
Szijjártó reiteró el compromiso de Hungría de defender a Israel en el escenario mundial, diciendo que su país «acompañará a Israel por un enfoque justo y equilibrado en las organizaciones internacionales, independientemente de todo tipo de presiones que tengamos que enfrentar».
«Si hubiera una competencia entre los países que son más atacados por los medios de comunicación mundiales, Israel estaría entre los tres primeros con seguridad».
Pero Szijjártó dijo que los lazos entre Budapest y Jerusalem nunca habían sido mejores.
El canciller húngaro también elogió el plan de paz del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y dijo que «hasta ahora tiene la mejor oportunidad de ser una base para el progreso hacia adelante aquí en Medio Oriente en lo que respecta a la paz y la seguridad».
Szijjártó también se refirió a una asociación entre la compañía israelí Celitron, una subsidiaria de BATM Advanced Communications, que está produciendo ventiladores en Hungría para tratar COVID-19.
A la luz de la pandemia, los países ahora tienen «el deber de desarrollar capacidades estratégicas para poder producir el equipo de protección más importante por nuestra cuenta», dijo.
«Este nuevo paso dado en cooperación ahora con Israel [significa] que podremos producir lo que necesitamos y ser también un país exportador».
Hungría ha trabajado para bloquear los movimientos antiisraelíes en la Unión Europea.
El año pasado, Szijjártó visitó Israel para abrir una oficina comercial en Jerusalem, en una muestra de apoyo a la decisión de los Estados Unidos de trasladar su embajada de Tel Aviv a la capital.
En junio, Szijjártó visitó los Estados Unidos y se reunió con Jared Kushner, yerno y enviado especial de Trump, autor del plan de paz de Estados Unidos.
Hungría es uno de los ocho países que ha argumentado que la Corte Penal Internacional carece de jurisdicción para escuchar demandas por supuestos crímenes de guerra relacionados con actividades en Jerusalem oriental, la Margen Occidental y Gaza.
El canciller húngaro hizo declaraciones similares en mayo, después de su primera conversación con Ashkenazi, que acababa de convertirse en canciller.
Hungría e Israel establecieron lazos diplomáticos con la creación del Estado, en 1948, pero esa relación se cortó durante la Guerra de los Seis Días, en 1967, cuando era un país del bloque soviético.
Esos lazos se restablecieron en 1989, cuando la Unión Soviética colapsó.