Itongadol/Agencia AJN.- Una de las alternativas planteadas en la reunión del «gabinete del coronavirus» que encabeza el primer ministro Benjamín Netanyahu es imponer un cierre total durante la segunda quincena de agosto, informó el medio hebreo Maariv este lunes.
El gabinete se reunió para discutir si se debían levantar las restricciones que actualmente se aplican los fines de semana, como el cierre de tiendas y centros comerciales. La implementación de cierres totales durante el fin de semana o por la noche también fueron opciones discutidas. Sin embargo, no se tomó ninguna decisión y el gabinete se reunirá el miércoles cuando el director del proyecto nacional de coronavirus, el profesor Ronni Gamzu, presente un plan detallado que pueda ser sometido a votación.
Temprano en la mañana, el ministro de Salud Yuli Edelstein dijo que en lo que a él concierne «no existe aplicar un cierre a medias, así como no hay tal cosa como estar medio embarazada». «Si se decide un cierre, entonces debería ser uno completo. Mientras no sea así, no tiene sentido un cierre parcial», añadió.
«La tasa de morbilidad en Israel es una de las más altas del mundo», dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu al comienzo de la reunión. «Esta es la mala noticia. La buena noticia es que durante las últimas dos semanas, la tasa parece haberse estancado», agregó.
«El número de pacientes graves está aumentando lentamente, de manera que por el momento no supone un desafío para el sistema de Salud», aseveró el mandatario. «Sin embargo, el número de muertes está aumentando. La semana pasada, se mantuvo en 68 y podría aumentar a un gran número».
Diez pacientes fallecieron debido a COVID-19 entre el domingo por la mañana y el lunes por la mañana, lo que eleva a 541 las víctimas de la pandemia en Israel, según los datos publicados por el Ministerio de Salud el lunes.
Actualmente hay 334 pacientes en estado grave, 100 de ellos con respiradores. Desde el comienzo de la crisis, un total de 73.231 han contraído COVID-19, mientras que el número actual de casos activos es de 25.167.
El domingo, 741 personas fueron encontradas positivas al virus, marcando el segundo día consecutivo en que el número de nuevos casos cayó por debajo de 800. Ronni Gamzu destacó que por primera vez desde el comienzo de la «segunda ola», la tasa de infección ha caído por debajo del umbral 1, lo que significa que cada persona contagiada está infectando a menos de otra persona.
Sin embargo, se realizaron menos de 10.000 pruebas por día el sábado y el domingo, en comparación con las más de 20.000 de los días anteriores. Anteriormente, hasta 30.000 pruebas se realizaban cada día.
Según el ministerio, el número de pruebas realizadas diariamente ha disminuido tanto por el menor número de solicitudes como por pequeños cambios en los criterios de elegibilidad. Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa anunció que estaba trabajando para ampliar las capacidades de pruebas de COVID-19 del Estado de Israel, con una licitación para el establecimiento de dos laboratorios adicionales con capacidad para procesar decenas de miles de muestras por día.
En la reunión de gabinete, Netanyahu señaló la necesidad de reducir el número de infecciones y romper la cadena de infección, teniendo en cuenta también que la apertura del año escolar en septiembre corre el riesgo de aumentar la tasa de morbilidad.
También en la reunión de gabinete, el Primer Ministro suplente Benny Gantz dijo que el ejército está trabajando para establecer el cuartel general para gestionar la crisis y especialmente para trabajar en la reducción de la tasa de infección. Gantz añadió que, entre otros, las FDI están ayudando a los ciudadanos e instituciones de las «zonas naranjas» para evitar que se vuelvan rojas.
Netanyahu destacó que el objetivo sigue siendo evitar un cierre general, mientras que los cierres locales o las restricciones específicas representan herramientas que pueden emplearse para este fin. Añadió que es necesario transferir más fondos a los ciudadanos para apoyar la economía de Israel.
Ese mismo día, el comité del coronavirus del Knesset (Parlamento) mantuvo un acalorado debate sobre la cuestión de las instituciones culturales, que se cerraron completamente a principios del mes pasado poco después de que se autorizara su reapertura. «Queremos transmitir un mensaje al gabinete: el hecho de que lo único para lo que no podemos encontrar una solución es el sector de la cultura no tiene buena pinta», dijo la presidenta del comité Yifat Shasha Biton, destacando que las instituciones han demostrado ser capaces de organizarse eficazmente para cumplir con la normativa.
«Según la tasa de morbilidad deberíamos haberlas abierto ayer, no mañana», añadió, presionando al gobierno para fijar una fecha.
«Queremos abrir los eventos culturales tan pronto como la tasa de morbilidad lo permita. La tasa sigue siendo alta y el número de pacientes graves sigue aumentando», dijo el subdirector general del Ministerio de Salud, Itamar Grotto.