Itongadol.- Familiares de rehenes israelíes participaron en un debate en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
«Sabemos que los rehenes sufren duras torturas. No se trata de una hipótesis, sino de una verdad flagrante», describió Rivka, la esposa del colombiano Elkana Bohbot.
«Los hombres israelíes sufren abusos todos los días: están esposados durante meses, completamente aislados, pasando hambre. Están encarcelados en condiciones crueles, privados de sus derechos más básicos, convertidos en sombras de sí mismos, cadáveres vivientes que luchan por sobrevivir», amplió.
«Cualquiera que tenga conciencia, cualquiera que crea en la justicia y la humanidad, debe preguntarse: ¿Cómo es posible que nosotros, como sociedad global, permitimos que esto suceda?», inquirió la mujer de Bohbot.
«Desafortunadamente, incluso después de 515 días, ni mis hijas ni yo somos capaces de procesar y lidiar con lo que sucedió ese día», dijo Lishi Lavie, esposa de Omri Miran. «Seguimos en el mismo día. Seguimos siendo rehenes porque Omri aún no nos ha sido devuelto».
El debate en el Consejo de Derechos Humanos tuvo lugar después de que anoche se publicara un informe que determinó que los secuestros constituyen una tortura tanto para los rehenes como para sus familias.
Según el informe, las familias de los rehenes deben ser reconocidas como víctimas de torturas debido al maltrato psicológico que padecen tras el secuestro y la falta de información sobre sus seres queridos.