Itongadol.- El director regional de Human Rights Watch en Israel prometió que mantendrá su puesto y continuará administrando la sucursal de HRW en Israel incluso después de su deportación.
Omar Shakir, quien ha dirigido las operaciones de HRW en Israel desde octubre de 2016, fue expulsado hoy del Estado judío por su apoyo al movimiento anti-Israel de boicot, desinversión y sanciones (BDS).
A principios de este mes, el Tribunal Supremo israelí confirmó la decisión de un tribunal inferior que permitía al Ministerio del Interior negar la solicitud de Shakir de prórrogas de su residencia y visas de trabajo.
Al hacerlo, el tribunal rechazó la apelación de Shakir contra la decisión del tribunal inferior.
El Ministerio del Interior citó la ley BDS de Israel de 2017, que faculta al Estado para negar la entrada a los no ciudadanos que apoyan abiertamente los boicots contra Israel.
Human Rights Watch había negado que él o Shakir hubieran respaldado el movimiento BDS, aunque el Tribunal de Distrito de Jerusalem aceptó las afirmaciones del gobierno de que Shakir había trabajado para promover la agenda del movimiento BDS.
Human Rights Watch ha instado en el pasado a las empresas a no hacer negocios con las corporaciones israelíes que operan en Judea y Samaria, diciendo que hacerlo las haría cómplices de abusos contra los derechos humanos.
A pesar de su expulsión, Shakir dijo que continuaría trabajando como director regional de Human Rights Watch, trasladando su oficina a un país vecino.
Según consignó el portal de noticias de Arutz Sheva, Shakir acusó a Israel de «represión sistemática y discriminación institucional».
«Estamos hablando de una ocupación de medio siglo definida por la represión sistemática y la discriminación institucional», dijo Shakir.
«Eso requiere un trabajo importante y urgente, y es desafortunado que no pueda hacerlo en el terreno, pero no dejaremos de hacerlo», advirtió.