Itongadol/Agencia AJN.- El Consejo de Seguridad Nacional de Israel llevará a cabo este domingo una sesión para tratar el posible cierre de la Mezquita de al-Aqsa a los fieles, a raíz de las altas tasas de morbilidad en Jerusalem Oriental. Ya hace tres meses el municipio advirtió frente a la suba de casos por el incumplimiento de las normativas de salud, pero desde entonces nada pasó, entre otras cosas, por la negativa de la Waqf al cierre.
Cada viernes ingresan al recinto religioso entre 18 y 22 mil fieles. La mayoría de ellos no siguen las pautas de salud de prevención de Covid-19, rezando sin distanciamiento social y sin barbijos.
Luego de que el encargado de combatir el coronavirus del gobierno, Ronni Gamzu, solicitará incluir los barrios de la Ciudad Antigua de Jerusalem, que rodean al-Aqsa, a la lista de «ciudades rojas», surgió la pregunta de cómo cerrar la Iglesia del Santo Sepulcro, el Muro de los Lamentos y el Monte del Templo, a la luz de las sensibilidades políticas y religiosas.
¿Qué es el Waqf?
El Waqf Islámico de Jerusalem es un fideicomiso religioso islámico mejor conocido por controlar y administrar los edificios islámicos actuales en y alrededor del Monte del Templo (Haram esh-Sharif) en la Ciudad Vieja, incluido la mezquita de al-Aqsa y el Domo de la Roca.
Una u otra forma del waqf regió el acceso al Monte del Templo desde la reconquista musulmana de Jerusalem en 1187, con la última versión instituida por el Reino Hachemita de Jordania después de su conquista y ocupación de Cisjordania y Jerusalem Este durante la guerra de 1948. En consecuencia, el Rey de Jordania actualmente proporciona todos los fondos necesarios para operar el waqf, que es en efecto la administración civil para el sitio sagrado.