Itongadol/AJN.- Tropas rusas aterrizaron este miércoles en Járkov (este), la segunda ciudad ucraniana, y aseguraron haber tomado Jersón (sur) en el séptimo día de la invasión lanzada por Vladimir Putin, a quien Joe Biden calificó de “dictador” y cuyo país es objeto de fuertes sanciones por parte de Occidente.
En Járkov al menos cuatro personas murieron y nueve resultaron heridas en bombardeos rusos contra la sede de los servicios de seguridad y contra una universidad.
Mientras tanto, cada vez llegan más personas al centro del ejército para presentarse como voluntarias para luchar contra las tropas rusas. Allí reciben equipamiento, armas, municiones y una cinta amarilla que será colocada en el brazo, lo que los distingue de los ciudadanos, señalando así que ya pertenecen a las fuerzas de seguridad.
El reportero de la televisión estatal israelí (KAN) pudo dialogar con Daniel y Leonid, dos ucranianos con ciudadanía israelí y ex soldados de la Unidad de combate Golani de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«Esta es mi ciudad, nacía acá», contó Daniel. «Es lo mismo que Israel, Estuve allá en el ejército, y ahora estoy acá», añadió. Pero Daniel reconoció en el diálogo que las FDI y el ejército ucraniano no son lo mismo: «El ejército israelí es fuerte. Acá no tengo casco, prácticamente nada».
Por su parte Leonid dijo que después de haber servido como combatiente en las FDI, nada lo asusta. «Nací en Odessa y viví acá toda la vida, hasta que fui a Israel en 2016», contó.
El centro de la ciudad está lleno de puestos de control con soldados apostados en cada esquina. Las alarmas sonaron esta mañana durante largos períodos de tiempo en todo Odessa y el antiguo aeropuerto de la ciudad fue bombardeado.
Muchos residentes no están dispuestos a abandonar la ciudad y algunos tampoco tienen adónde ir. «Esta es mi casa», expresó Alexander a KAN, vecino de la ciudad.
Al igual que su presidente, repitió la llamada ucraniana para la asistencia de seguridad de Israel: «Por favor, ayúdennos, dennos una cúpula de hierro».