Itongadol.- El legendario pianista y director de orquesta, argentino-israelí: «No hay ni una sola persona de ambos lados que quiera mirar al futuro», afirmó con tono interrogativo.
Barenboim que dio su primer concierto a los 7 años, aseguró que a los 78 está dispuesto a «empezar de cero».
En plena pandemia, el maestro se encuentra en Provence (sureste de Francia) en ocasión del Festival de Semana Santa de música clásica que culmina el domingo. Este año el festival fue difundido en versión digital, debido a la crisis sanitaria.
El martes interpretó, con la pianista argentina Martha Argerich, un programa de piano a cuatro manos que incluyó obras de Mozart, Debussy y Bizet, según informó la agencia de noticias AFP.
Pese a las restricciones, el argentino-isralí viajó desde la capital alemana donde, desde hace 29 años, es el director musical de la Ópera del Estado de Berlín y de su orquesta, la Staatskapelle.
Desde la crisis, ha grabado su quinta integral de sonatas para piano de Beethoven, lanzó un festival digital de música, y ha dirigido conciertos en directo en streaming.
El cierre de las salas no lo impulsó a querer frenar su carrera, una palabra que dice «detestar». «Un músico ‘no llega’ jamás, la rutina es su peor enemigo», asegura en una entrevista con la AFP en Aix-en-Provence (sureste de Francia).
«Cada vez que toco una pieza, aprendo algo nuevo. Si ayer interpreté un concierto de Mozart y debo tocarlo de nuevo hoy, tengo que empezar de cero», sostiene.
«En 1950 di mi primer concierto. ¿Se imagina? Tengo 78 años, toco desde hace más de 70 años y la gente sigue dispuesta a venir a escucharme. Es conmovedor», confiesa.
¿El mundo de la música ha «aprendido lecciones de la crisis sanitaria? «Hasta ahora, muy poco», comenta. «Es muy difícil hablar del futuro después del coronavirus ya que (antes del covid), la importancia de la cultura y de la música había retrocedido en los últimos 40 años», asegura el músico, que lamenta la «falta de educación musical en la escuela».
Gran militante del acceso a la música al mayor número posible de personas, Barenboim multiplicó las iniciativas en los últimos años, como el lanzamiento de su cadena en YouTube donde presenta «5 minutos» sobre Debussy, Beethoven o Chopin o la inauguración de una guardería musical en Berlín.
Se congratula por el avance en términos de diversidad y visibilidad de las directoras de orquesta, pero insta a no perder de vista la calidad. «Tiene que haber más músicos negros, más mujeres directoras de orquesta pero el error sería decir ‘hay un hueco libre esta semana, habría que poner a una mujer’. Se necesita a la mejor, si no, es una falta de respeto para la propia mujer».
Conocido por su franqueza y su compromiso en favor de la paz, en particular a través de la West-Eastern Divan Orchestra fundada en 1999 con el pensador palestino estadounidense Edward Said, y su prolongación en la academia de música Barenboim-Said que forma a estudiantes de Oriente Medio, está «horrorizado» por el bloqueo en el conflicto israelopalestino. «No hay ni una sola persona de ambos lados que quiere mirar al futuro», dice.