Itongadol/Agencia AJN.- A menos de 24 horas de que Israel comience un cierre «hermético» mucho más severo que el transcurrido en marzo y abril, durante la primera cuarentena por el coronavirus, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se dirigió a los israelíes en una conferencia de prensa para explicar las razones que llevaron a su gobierno a tomar la drástica decisión. «Estamos ante una emergencia. Solo si trabajamos juntos podremos derrotar al virus», enfatizó el mandatario, llamando a la dramática situación que está viviendo Israel una «guerra».
El Ministerio de Salud israelí ha informado por segundo día consecutivo casi 7 mil infecciones en 24 horas. Desde hace varios días, las cifras arrojan una positividad superior al 10%, lo que indica que al menos 1 de cada 10 israelíes a los que se les hace un hisopado termina resultando contagiado con COVID-19.
En este marco, los hospitales de todo Israel comienzan a enviar señales que alarman respecto a un posible colapso. Esta semana, un centro médico de Jerusalem y otro de Ashdod debieron trasladar pacientes a otros establecimientos debido a que contaban con plena ocupación de camas de terapia intensiva. La semana pasada, hospitales del norte del país habían tenido que hacer lo mismo por estar funcionando por encima de sus capacidades.
#AHORA #Netanyahu se refirió a las 59 personas fallecidas en #Israel desde la noche de ayer. “Este es un precio terrible”, se lamentó. “Despierten. Estamos ante una nueva realidad. Debemos tomar medidas ahora”, exclamó el mandarario. pic.twitter.com/yq8A4xG4al
— Agencia AJN (@AgenciaAJN) September 24, 2020
Con casi un 14 por ciento de positividad en las pruebas de hoy, Israel presentó un nuevo número alarmante este jueves: 59 personas han fallecido desde la noche del miércoles a causa de la pandemia. «Despierten. Ya es suficiente. Debemos tomar medidas ahora», exclamó el primer ministro, llamando a las casi sesenta víctimas fatales de esta jornada «un precio terrible».
«Cuando se abre la economía, las infecciones suben», sostuvo Netanyahu, en una aparente señal de autocrítica respecto a la rápida apertura que Israel efectuó en el mes de mayo y que derivó en un sostenido aumento de contagios de coronavirus en todo el país.
La buena noticia de la conferencia de prensa fue el anuncio de que el gobierno está intentando abastecer al sector sanitario de un nuevo método de testeo más rápido. «Esto ayudará a nuestra economía y a nuestra rutina», aseguró Netanyahu.
Mientras el primer ministro se dirigía a la nación, miles de personas se agolparon frente a la Knesset, el Parlamento israelí ubicado en Jerusalem, para protestar contra el nuevo cierre. En este sentido, Netanyahu apuntó a la oposición, a la que adjudicó el bajo cumplimiento de las restricciones. «Políticos populistas han puesto en peligro la vida de los israelíes», expresó.
Cientos de personas colmaron decenas de puentes en todo el país en protesta contra Netanyahu, y un pequeño grupo hizo lo suyo frente al domicilio del ministro de Justicia, Avi Nissenkorn. Desde la organización social «Banderas Negras», que lideran las protestas masivas en todo el país desde hace varios meses, aseguraron que continuarán las protestas incluso este sábado cuando estén rigiendo las medidas restrictivas.
«Tomamos las decisiones necesarias a fin de salvar vidas», afirmó Netanyahu con contundencia. «Estas medidas no son fáciles, pero el salvar vidas está antes que todo. Estamos en el punto cumbre de la guerra contra el coronavirus. Una guerra por la vida», enfatizó.
Además, el líder israelí se refirió al impacto de la segunda ola en distintas partes del mundo, incluyendo Europa. «En los últimos días, en casi todos los países de Occidente, hay cifras récords de morbilidad y se imponen restricciones a los ciudadanos… algunos imponen cierres sobre regiones, incluso más grandes que Israel», señaló.
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Este jueves, el Ministerio de Salud reportó 6.883 personas diagnosticadas con coronavirus desde la medianoche. Este dato deja al país con un total de 59.842 contagiados. De ellos, 685 están en estado grave y 175 están conectados a respiradores.
Desde el comienzo de la pandemia, 209.635 personas han sido diagnosticadas en Israel con coronavirus y ha habido un total de 1.376 muertes.
El país comenzó un nuevo cierre nacional el pasado viernes, en la víspera del Año Nuevo judío. Eso colocó a Israel como el primer país en el mundo en reimponer una cuarentena nacional, después de haber levantado todas las restricciones en mayo.
Debido al incremento sostenido en las cifras de infección, los ministros del «gabinete del coronavirus» han decidido en la noche del miércoles, tras siete horas de debate, ir hacia un cierre más estricto incluso que el de marzo y abril.
En ese sentido, el primer ministro declaró que un cierre total a partir del próximo fin de semana, cuando los judíos celebren el Día del Perdón. Debido a que de todas formas el país se frena durante esos días, imponer un cierre sin ninguna excepción que contemple abandonar los hogares durante este lapso podría ayudar a detener la tasa de infecciones con un costo económico relativamente menor. «Nos dirigimos a un cierre total debido a las infecciones, por lo tanto es preferible hacerlo durante las vacaciones, con un precio económico más bajo, y no después de las vacaciones con un precio económico alto», aseguró Netanyahu el miércoles.