Itongadol/Agencia AJN.- Aunque subrayó que no veía un vínculo con la vacunación, el Ministerio de Salud dijo el lunes que estaba investigando la muerte de un hombre de 75 años con graves problemas de salud que murió en su casa horas después de recibir la vacuna contra el COVID-19.
El hombre recibió la inyección de la primera dosis de la vacuna Pfizer a las 8.30 de la mañana del lunes en su ciudad natal del norte, Beit She’an. Después de esperar una media hora obligatoria en la clínica médica, fue dado de alta en su casa, diciendo que se sentía bien. Algún tiempo después de llegar a casa, perdió el conocimiento y más tarde fue declarado muerto como resultado de un paro cardíaco.
El Ministerio de Salud dijo que una investigación preliminar indicaba que la muerte no parecía estar relacionada con la vacuna. El hombre sufría de enfermedades cardíacas y de un cáncer, y había sufrido varios ataques cardíacos previos, dijo el ministerio.
La familia del hombre también pidió que no se relacionara su muerte con la vacuna, según informaron los medios israelíes.
El director general del ministerio, Chezy Levy, sin embargo, anunció la formación de un comité de investigación para investigar el incidente.
La vacuna de Pfizer no está hecha con el coronavirus en sí, lo que significa que no hay posibilidad de que alguien pueda contagiarse por las inyecciones. En su lugar, la vacuna contiene un trozo de código genético que entrena al sistema inmunológico para reconocer la proteína punzante en la superficie del virus.
En las pruebas de la vacuna no se descubrieron grandes problemas de seguridad y sólo se encontraron efectos secundarios comunes relacionados con la vacuna como fiebre, fatiga y dolor en el lugar de la inyección.
El Ministerio de Salud anunció el lunes un nuevo récord diario en las cifras de vacunación contra el coronavirus, con 98.916 inyecciones administradas el día anterior, una semana después de que Israel comenzara su campaña de inoculación. El número total de vacunaciones en el país fue de 379.000.
Israel ocupa actualmente el primer lugar a nivel mundial en cuanto a vacunaciones per cápita, ligeramente por delante de Bahrein y bastante por delante de otros países del mundo, según la Universidad de Oxford, que dirige Nuestro Mundo en Datos.