Itongadol/Agencia AJN.- A pesar de haber sido objeto de críticas por haber mostrado actitudes negligentes durante el comienzo de la pandemia del coronavirus en Israel, los sectores ultraortodoxos están apelando al ingenio para realizar sus actividades reduciendo el riesgo de contagio. Prueba de esto es un video que circuló del rabino Kushlevsky, de Jerusalem, que pudo asistir al casamiento de uno de sus alumnos de su yeshivá (centro de estudio religioso) cubierto por una cápsula, que estaba siendo transportada por algunos jóvenes.
No es el único ejemplo creativo para adaptarse a la «nueva normalidad» dentro de la comunidad ultraortodoxa. La semana pasada, una yeshivá de la ciudad sureña de Sderot presentó un sistema para permitir a sus alumnos ingresar al recinto, que no contaba con las dimensiones para albergarlos a todos manteniendo la distancia de dos metros entre sí. Además, los 600 estudiantes de la yeshiva Max y Ruth Schwartz Hesder aprecian la tradición rabínica de “Hevruta”, o aprender en parejas.
De esta forma, con una cápsula similar a la que usó el rabino Kushlevsky para cada uno, los estudiantes pudieron desarrollar sus estudios.
También la semana pasada, las escuelas ultraortodoxas comenzaron su año escolar, bajo estrictos protocolos y con dos principios elementales: flexibilidad y consistencia, al mismo tiempo que se adaptaban las cosas a las necesidades del sector llamado «haredi». Esto incluyó un presupuesto de 1.200 millones de NIS (340 millones de dólares) para la compra de 70.000 teléfonos celulares que fueron entregados a los estudiantes. Estos teléfonos cuentan con un plan móvil limitado adecuado para estudiar en las escuelas ultraortodoxas, y permitirán mantener la modalidad a distancia para las edades que así lo requieren.