Itongadol/Agencia AJN.- Un nuevo y amplio cierre entró en vigor en Israel a las 2 p.m. del viernes, mientras los legisladores siguen discutiendo sobre posibles restricciones para las protestas y los rezos en espacios públicos. La mayoría de las medidas propuestas rigen desde esta tarde, pero no se incluyeron los planes para limitar las manifestaciones y las oraciones, ya que quedan fuera de la autoridad del gabinete y aún no han recibido la aprobación de la Knesset (Parlamento).
Los informes de los medios de comunicación en hebreo sugerían que las sinagogas estarían cerradas hasta el domingo, cuando comience Iom Kipur (Día del Perdón), momento en el cual podrán funcionar con las restricciones establecidas para la festividad de Rosh Hashaná la semana pasada.
El cierre está programado para durar dos semanas, incluyendo la festividad judía de Sucot. Puede extenderse si los índices de infección no disminuyen considerablemente.
Bajo las nuevas reglas, casi todos los negocios serán cerrados, con la excepción de compañías y fábricas específicas designadas como «esenciales» por la Autoridad Nacional de Emergencias del Ministerio de Defensa. Los restaurantes sólo podrán operar con entrega a domicilio.
No se permitirá a los israelíes viajar a más de un kilómetro de sus hogares, con la excepción de actividades específicas que están exentas.
Se desplegará la policía en las autopistas y en las entradas de las ciudades y pueblos para garantizar que los israelíes no intenten viajar durante el bloqueo.
Las medidas incluyen límites a las protestas y oraciones que van más allá de lo que el gabinete está autorizado a imponer por la legislación aprobada a principios de este año y, por lo tanto, deben ir acompañadas de la aprobación por parte de la Knesset.
Los legisladores apresuraron la medida en su primera lectura a finales del jueves y enviaron la propuesta al Comité de Constitución, Leyes y Justicia, donde no se logró llegar a un acuerdo antes de que comience a aplicarse el cierre, en la tarde del viernes.
Los funcionarios del gobierno creen que es necesario un cierre más estricto después de que un cierre impuesto hace una semana no logró mantener a la gente en sus casas, pero los críticos acusan al primer ministro Benjamin Netanyahu de incluir un cierre letal e innecesario de la economía para justificar la limitación a las protestas en su contra.
Por su parte, el ministro de Salud Yuli Edelstein dijo el viernes que proponía regulaciones de emergencia para evitar el paso por la Knesset y limitar las reuniones públicas, incluyendo la protesta que tendrá lugar cerca de la residencia de Netanyahu el sábado por la tarde, hasta que los legisladores puedan aprobar la legislación la próxima semana.
«Veo la salud pública, en primer lugar y ante todo», dijo Edelstein. «No permitiré que se ponga en riesgo la vida humana en ninguna reunión, ni en manifestaciones ni en sinagogas», agregó.
Por otro lado, el ministro de Defensa Benny Gantz y el Fiscal General Avichai Mandelblit han expresado su oposición a la medida, y el líder de Azul y Blanco ha dicho que su partido no la apoyará.
Los expertos dicen que las oraciones en el interior son una gran incubadora del virus, con ciudades y barrios ultraortodoxos que experimentan algunas de las tasas de infección más altas del país. Sin embargo, los líderes de la comunidad han advertido que los fieles se rebelarán si se cierran las sinagogas pero se permiten las protestas, aunque las actividades al aire libre se consideran menos riesgosas.
El Ministerio de Salud dijo el viernes por la tarde que un día antes se habían diagnosticado 7.755 nuevos casos de virus. El número récord de diagnósticos se produjo después de dos días consecutivos en los que el número de nuevas infecciones se acercó a 7.000.
El Ministerio dijo que 29 personas murieron desde el jueves por la tarde, llevando el número de muertes reportadas a nivel nacional a 1.405.
Una tasa de positividad del 12,6 por ciento en las pruebas, cifra notablemente alta en otro día de un elevado número de infecciones, fueron reportadas por el ministerio, con un total de 63.342 pruebas realizadas el jueves.
El número total de casos en Israel desde el comienzo de la pandemia fue de 215.273.
De los 61.031 casos activos, 700 estaban en estado grave, 176 de ellos con respiradores, dijo el ministerio. Otros 260 se encontraban en condición moderada, y el resto mostraba síntomas leves o ninguno.