Itongadol/Agencia AJN.- A pesar de haber desplegado la mayor campaña de vacunación en el mundo y con más de un millón de habitantes ya inoculados con las dos dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus, la elevada cantidad de contagios y el avance de las mutaciones del virus dejan a un importante centro médico israelí al borde del colapso. Se trata del Centro Médico Hadassah, de Jerusalem, cuyo director, Zeev Rotstein comunicó el lunes al Ministerio de Salud en una carta que ya no podía acoger a más pacientes con coronavirus.
Rotstein dijo que el hospital ya no tenía suficiente personal ni medicamentos para atender a nuevos pacientes. “La gente debe darse cuenta de esto. Ya no tenemos un gran stock de medicamentos o equipos médicos, y lo que tenemos debe servir a los pacientes que ya están siendo atendidos”, expresó.
“Se nos rompe el corazón al hacerlo, pero puede que nos quedemos sin el material médico y nos veamos obligados a trasladar a los pacientes a otros hospitales donde puedan recibir mejor atención”, agregó.
Los responsables del hospital escribieron al Ministerio de Salud y explicaron que, debido a que el gobierno se ofreció a cubrir sólo una parte de los costos de los suministros médicos, el hospital tuvo que dejar de comprar nuevos artículos el 10 de enero.
Según la carta, el hospital tiene 142 pacientes con COVID-19, y 87 de ellos están en estado crítico.
Los funcionarios también solicitaron que los servicios de emergencia dejaran de entregar pacientes con COVID-19 al hospital.
El anuncio se produce en el marco de una lucha entre siete hospitales públicos y el gobierno por la financiación pública.
Los hospitales públicos de Israel son organizaciones independientes que dependen en su mayoría de las donaciones, a diferencia de las instalaciones que son propiedad y están financiadas directamente por el gobierno o los fondos de salud. Estos hospitales, entre los que se encuentra el Centro Médico Hadassah, se encuentran actualmente en una profunda crisis financiera.
La semana pasada, sus directores protestaron frente al Ministerio de Hacienda pidiendo que se aumente el presupuesto que reciben sus hospitales por cama, que actualmente es aproximadamente la mitad de lo que reciben otros hospitales, según los organizadores.
El jueves pasado, varios hospitales públicos anunciaron que dejarían de aceptar ambulancias que lleven a pacientes que no requieran tratamiento médico vital, incluidos los pacientes con coronavirus.