Itongadol.- El Ministerio de Salud de Israel publicó un nuevo reporte sobre la situación de coronavirus y según el mismo en el día de ayer fueron detectados 1.165 casos. La tasa de positividad continúa en baja y se situó en 3%, en tanto que hay 591 pacientes en grave estado, de los cuales 229 están con respiración asistida.
En el día de ayer se practicaron 41.193 diagnósticos. En el día de hoy se reunirá el gabinete especial por coronavirus, tras no llegar a un acuerdo en la sesión que tuvo lugar este lunes y en la que de acuerdo a los índices de morbilidad y los acuerdos entre los ministerios de gobierno se decidirá flexibilizar las restricciones a la actividad económica, en el marco de la salida del cierre.
Actualmente hay en Israel 21.010 personas que cursan la enfermedad y fallecieron desde iniciada la pandemia 2.278. Las ciudades con mayor cantidad de pacientes activos son: Jerusalem, Bnei Brak, Tel Aviv-Yaffo, Ashdod, Modiin Illit, Petaj Tikva, Netanya, Beit Shemesh, Beer Sheba y Holon.
Pese a la baja de las cifras de morbilidad, anoche el canal 12 informó que un importante funcionario del Ministerio de Salud expresó que en una semana o en diez días se registrará un aumento importante de casos de covid 19 en el país.
En este contexto, más flexibilización de medidas, así como la reapertura del sistema educativo, se encuentran en real peligro.
También se informó que la Oficina del Primer Ministro y el Ministerio de Salud están preocupados ante la posibilidad de un aumento de la morbilidad, y desde el entorno de Netanyahu comenzaron a hablar nuevamente esta semana sobre la posibilidad de imponer un toque de queda nocturno, si hay un aumento de casos.
Según informó N12, se trata de un toque de queda que se llevará a cabo entre la medianoche y las cinco de la mañana, cuyo principal objetivo es evitar celebraciones y eventos sociales con muchos participantes.
Ayer el encargado del gobierno para el manejo de la crisis, Ronni Gamzu, comentó sobre la disminución de la morbilidad y advirtió de no adoptar una postura de despreocupación.

Niños de una escuela ultraortodoxa, que abrió desafiando la orden de las autoridades sanitarias.
“La situación es buena. Nos acercamos a una tasa positiva deseable”, explicó. “Pero esto no significa que haya que estemos en situación de tirar la toalla”, indicó.
Gamzu contó que su equipo comenzó a identificar comportamientos peligrosos por parte de parte de la población que vuelven a la rutina.