Itongadol.- El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, califica de «gran oportunidad» la salida anoche de la coalición del jefe de Unidad Nacional, Benny Gantz, argumentando que en los últimos meses el partido centrista del ex ministro del gabinete de guerra había «puesto un radio en las ruedas de la máquina de guerra.»
Gantz, junto con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, era uno de los tres miembros con derecho a voto del gabinete de guerra con poder de decisión.
En declaraciones a los periodistas antes de la reunión semanal de la facción de su partido de extrema derecha Otzma Yehudit en la Knesset, Ben Gvir dice que cree que «la solución es realmente que entremos en este gabinete [de guerra] y podamos tener aún más influencia.»
«El pueblo de Israel quiere la victoria en el sur, el pueblo de Israel quiere la victoria en el norte, el pueblo de Israel quiere poner fin a la política humanitaria y de combustible, la mayor parte de la cual va a parar en última instancia a Hamás. Así no se comporta un país que quiere ganar», continúa Ben Gvir.
Preguntado por sus exigencias de un puesto en el gabinete de guerra, Ben Gvir dice con una sonrisa burlona que él «no habla al primer ministro con amenazas, pero supongo que el primer ministro entenderá mis palabras».
«Lo exijo todo el tiempo», añade.
Cuando Unidad Nacional se incorporó al gobierno, Ben Gvir exigió que un representante de su partido formara parte del recién formado gabinete de guerra. Su petición le fue denegada.
Antes de la dimisión de Gantz ayer, Ben Gvir declaró que exigiría una mayor participación en las decisiones del gobierno, incluso en el gabinete de guerra.
Cuando se le preguntó por un incidente ocurrido ayer en el que descalificó al familiar de un rehén retenido en Gaza que buscaba respuestas llamándole «izquierdista», Ben Gvir declinó comentar los detalles de ese incidente y dijo que, aunque aprecia a las familias de los rehenes, «no puede darse una situación en la que una y otra vez, en nombre de las familias, se digan cosas que pongan en peligro al Estado de Israel.»
«Si no detenemos el combustible [a Gaza], eso pone en peligro al Estado de Israel», afirma.