Itongadol/Agencia AJN.- Cerca de 90 rabinos y educadores ortodoxos modernos, muchos de ellos nombres prominentes en la comunidad sionista religiosa, emitieron una feroz denuncia contra el primer ministro Benjamin Netanyahu por iniciar una acción que llevaría a los leales del fallecido rabino de ultraderecha Meir Kahane a la Knesset.
«El Primer Ministro tiene un deseo legítimo de ganar una elección muy disputada», escribieron en una declaración pública. “Sin embargo, en este caso, los fines no justifican los medios. Este acuerdo con un grupo detestable para ingresar a la Knesset dará un ojo morado a Israel y afectará su posición en el mundo como un estado moral y democrático. Este es verdaderamente un lamentable fracaso de parte de un líder que ha centrado su vida en la seguridad de Israel y en el fortalecimiento de su posición internacional», destacaron.
La declaración fue iniciada por Torat Chayim, una asociación de rabinos ortodoxos de mentalidad progresista interesados en promover una tensión más compasiva del judaísmo dentro del movimiento.
Entre los signatarios destacados se encontraban el rabino Yitz Greenberg, un reconocido autor y erudito; el rabino Asher Lopatin, ex presidente de Yeshivat Chovevei Torah; y la rabina Dvora Evron.
Muchas organizaciones y movimientos judíos han expresado su oposición a la fusión entre Habayit Hayehudi y los kahanistas. Esta es una de las pocas declaraciones, sin embargo, que específicamente nombra y culpa a Netanyahu por el movimiento.
La semana pasada, los restos del partido religioso nacional israelí, conocido en su última encarnación como Habayit Hayehudi (El hogar judío), se fusionaron con Otzma Yehudit (poder judío), un partido cuyos miembros abrazan la ideología racista de Kahane.
El partido que fundó Kahane, originalmente conocido como Kach, está prohibido en Israel. Netanyahu impulsó la fusión, porque temía que si los kahanistas no se unían a sus filas, Habayit Hayehudi no alcanzaría el umbral electoral, poniendo en peligro su capacidad para formar un bloque de mayoría de derechas después de las elecciones del 9 de abril.