Itongadol.- El gigante minorista estadounidense Walmart ha sido objeto de críticas tras poner a la venta en su sitio web camisetas con imágenes de los antiguos dirigentes de Hamás y Hezbolá, Yahya Sinwar y Hassan Nasrallah, a un precio de entre 25 y 30 dólares.
La polémica salió a la luz el martes por la mañana gracias a la cuenta X StopAntisemitism. Aunque algunas de las camisetas con el tema de Sinwar han sido retiradas de la plataforma, los diseños en los que aparece Nasrallah -con el Monte del Templo de Jerusalén como telón de fondo y rodeado de una bandera palestina- siguen a la venta por el momento.
Desde el 7 de octubre, el mundo de la moda se ha convertido en un campo de batalla de declaraciones políticas y sociales, con camisetas y pegatinas que apoyan o condenan a Israel o a Hamás.
Lemas como «Del río al mar» han aparecido en productos vendidos en plataformas como Amazon y Etsy. Además, diseños que glorifican a terroristas palestinos, incluidas camisetas con Leila Khaled -una figura implicada en el intento de secuestro de un vuelo de El Al en 1970- han provocado protestas similares. Estos diseños fueron creados por James Harr, diseñador de la marca Comrade Workwear.
Tanto Hamás como Hezbolá, anteriormente dirigidos por los líderes asesinados Sinwar y Nasralá respectivamente, están clasificados como organizaciones terroristas según la legislación estadounidense, que prohíbe proporcionar «apoyo material» a grupos terroristas. Esto incluye la venta de bienes, servicios o cualquier cosa que pueda percibirse como promoción o fomento de sus actividades.
Sin embargo, los diseñadores de este tipo de artículos suelen defender su trabajo como expresión artística, protegida por las leyes de libertad de expresión. Además, no hay pruebas de que los beneficios de estos productos beneficien directamente a las organizaciones en cuestión.
Las camisetas de protesta y con contenido político no son ni mucho menos un fenómeno nuevo. Se impusieron durante la guerra de Vietnam, en los años sesenta, y desde entonces se han convertido en un elemento cultural básico. Su diseño sencillo, su cómodo tejido de algodón y su facilidad de producción en serie las han convertido en vallas publicitarias para mensajes sociales y políticos.