Itongadol/Agencia AJN (Por Barak Ravid/Axios).- El presidente Trump declaró ayer que desea terminar la guerra en Gaza «lo antes posible», reiterando públicamente lo que ha estado diciendo en privado desde su viaje a Medio Oriente de este mes.
¿Por qué es importante? Muchos de los aliados internacionales de Israel, aparte de Trump, ya han roto públicamente con el primer ministro Benjamin Netanyahu por su decisión de expandir la operación en Gaza, suspender la ayuda humanitaria y oponerse a un alto el fuego de largo plazo. Hasta el momento, Trump se ha negado a presionar públicamente a Netanyahu.
¿Qué dice? En declaraciones a la prensa antes de abordar el Air Force One de regreso a Washington, Trump dijo que espera tener buenas noticias pronto.
«Queremos ver si podemos detener eso, y a Israel. Hemos estado hablando con ellos y queremos ver si podemos detener toda esta situación lo antes posible», dijo.
Analizando la noticia: Funcionarios de la Casa Blanca declararon a Axios la semana pasada que Trump se ha mostrado frustrado por la guerra en Gaza y molesto por las imágenes de niños palestinos sufriendo. Les ha pedido a sus asesores que le digan a Netanyahu que le ponga fin.
Pero Israel está expandiendo su operación y ahora pretende reocupar todo el enclave y demoler la mayoría de sus edificios.
Un oficial de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) declaró el domingo a la prensa que en dos meses las FDI ocuparán el 75% de la Franja.
El oficial afirmó que la mayor parte del mando militar de Hamás ha sido aniquilado, pero que sus brigadas de combate principales siguen funcionando.
Si bien el oficial afirmó que la presión militar sobre Hamás contribuirá a los esfuerzos para liberar a los restantes 58 rehenes retenidos en Gaza, en la práctica las negociaciones sobre un nuevo acuerdo por los rehenes y un alto el fuego en Gaza han llegado a un punto muerto.
Situación actual: El domingo, el esfuerzo estadounidense-israelí por lanzar un nuevo mecanismo para entregar ayuda humanitaria en Gaza fuera del alcance de Hamás sufrió un duro revés cuando el director ejecutivo de la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), Jake Wood, anunció su renuncia.
Se supone que la FHG gestionará y financiará el nuevo mecanismo humanitario, que se esperaba que comenzara a operar sobre el terreno esta semana.
Wood declaró que cuando asumió el cargo hace más de dos meses, buscaba establecer la FHG como una entidad humanitaria verdaderamente independiente para ayudar a la población de Gaza.
«Sin embargo, es evidente que no es posible implementar este plan si se respetan estrictamente los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, que no abandonaré», afirmó.
Entrelíneas: La declaración de Wood se hizo eco de las preocupaciones y críticas de la ONU y de organizaciones de ayuda contra la FHG, que afirmaron que estaría controlada por Israel y violaría las normas humanitarias.
La renuncia de Wood y las razones detrás de ella harán casi imposible que la FHG obtenga el apoyo de organizaciones de ayuda o países donantes, poniendo en peligro su existencia y capacidad de operar en Gaza.