Itongadol.- Francia conmemoró el martes a las víctimas del mortífero asalto a la revista satírica Charlie Hebdo hace 10 años, que inició una oleada de ataques terroristas islamistas en el país y avivó un debate sobre la libertad de prensa que aún colea.
Dos pistoleros enmascarados vinculados a Al Qaeda irrumpieron con fusiles de asalto en lo que entonces eran las oficinas de Charlie Hebdo y mataron a 12 personas. Los atacantes pretendían vengar al Profeta Mahoma casi una década después de que el semanario, ateo y frecuentemente provocador, publicara caricaturas burlándose del Profeta.
Los asesinatos provocaron una oleada de simpatía nacional expresada en el lema «Je Suis Charlie» (Yo soy Charlie) y suscitaron un apasionado debate sobre la libertad de expresión y de religión en la Francia laica.
«Hubo escenas que nunca olvidaré», declaró a Reuters el ex presidente francés François Hollande. «Tuvimos que actuar y lo hicimos con responsabilidad, conscientes de que no habíamos terminado y de que habría otras tragedias. Y las hubo».
El presidente Emmanuel Macron y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, encabezarán las conmemoraciones, que incluyen una ceremonia de colocación de coronas y un minuto de silencio en tres puntos de la capital.
La rama yemení de Al Qaeda había incluido al entonces director de Charlie Hebdo, Stéphane Charbonnier, en su «lista de buscados» después de que la revista publicara por primera vez imágenes del profeta Mahoma en 2006.
Dos atacantes nacidos y criados en Francia irrumpieron en las oficinas de Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015, disparando a mansalva. Mataron a ocho miembros del equipo editorial, incluido Charbonnier, y a otras cuatro personas antes de ser abatidos por la policía.
En los dos días siguientes, otro hombre de origen francés mató a una mujer policía y a cuatro rehenes judíos en un supermercado kosher de un suburbio de París. También fue abatido por la policía.
Desde entonces, más de 250 personas han muerto en Francia a causa de la violencia islamista, dejando al descubierto la lucha a la que se ha enfrentado el país para contrarrestar la amenaza que suponen los terroristas.
El aniversario ha suscitado en Francia una renovada reflexión sobre la libertad de prensa. Hollande expresó su preocupación por la creciente autocensura provocada por el miedo.
«¿Debemos publicar dibujos, proyectar determinadas imágenes o elaborar informes cuando sabemos que pueden herir a personalidades o comunidades? Hay una forma de autocensura que ha arraigado», afirmó.
Charlie Hebdo publicó una edición especial para conmemorar el aniversario, en cuya portada aparecía un hombre sentado sobre la culata de una pistola frente a la palabra «¡Indestructible!».
«Hoy los valores de Charlie Hebdo -como el humor, la sátira, la libertad de expresión, la ecología, el laicismo, el feminismo, por nombrar algunos- nunca han estado tan amenazados», afirmaba en un editorial.
El periodismo sin tabúes de Charlie Hebdo divide a Francia. Para los musulmanes, cualquier representación del profeta Mahoma es blasfema.
Los detractores de Charlie Hebdo la acusan de cruzar la línea y caer en la islamofobia al publicar repetidamente caricaturas del profeta Mahoma. La revista lo niega y afirma que ridiculiza todas las religiones, incluida la cristiana.