Itongadol.- El aparente suicidio del empresario letón-estadounidense y reconocido crítico de Putin, Dan K. Rapaport, el martes, está siendo investigado por la policía de Washington.
Rapaport, de 52 años, habría saltado al vacío desde la ventana de su apartamento. Tenía su teléfono, las llaves del coche, casi 3.000 dólares en efectivo y una licencia de conducir de Florida en su poder en el momento de su caída. La policía de DC ha dicho que por el momento no se sospecha de juego sucio.
La editora rusa de Tatler, Yuniya Pugacheva, informó originalmente de la historia en Telegram, añadiendo que su perro fue encontrado en un parque cercano con la nota de suicidio de Rapaport.
La viuda de Rapoport, Alena Rapoport, puso en duda las informaciones que afirman que la muerte de su marido fue autoinfligida. «No hay notas de suicidio, no hay suicidio, no hay viaje a Londres, no hay ruptura», dijo Alena al medio de comunicación ruso RBC, explicando que la muerte de Rapoport todavía estaba siendo investigada por las autoridades.
Nacido en la Letonia controlada por la Unión Soviética, Rapaport era un banquero de inversiones conocido por su club nocturno Soho Room en Moscú. Rapaport abandonó Rusia en 2012 tras apoyar al adversario de Putin, Alexei Navalny, y participar en las protestas contra las elecciones rusas de 2011, que muchos en el país consideraron ilegítimas.
La organización de periodistas de investigación Bellingcat descubrió en 2018 que Rapaport coordinaba las comunicaciones entre los medios de comunicación rusos y ucranianos y el supuesto funcionario del Pentágono «David Jewberg» -que en realidad era un hombre de Texas sin vínculos conocidos con Rusia o el Pentágono, pero que se citaba habitualmente como experto en asuntos entre Estados Unidos y Rusia-.
Ha habido numerosas figuras públicas vinculadas a Vladimir Putin y al Kremlin que se han suicidado en circunstancias misteriosas, lo que ha llevado a pensar que la agencia de espionaje rusa está asesinando a opositores políticos y haciendo que sus muertes parezcan naturales.
El ex espía del Kremlin convertido en disidente ruso Alexander Litvinenko bebió té verde envenenado en 2006, convirtiéndose en el primero de una serie de presuntos envenenamientos por parte del Kremlin, entre los que destaca el de Alexei Navalny.
Varios empresarios rusos también han muerto en circunstancias sospechosas en medio del inicio de la guerra ruso-ucraniana.
El 25 de febrero -el día después de la invasión de Ucrania- el ex ejecutivo de Gazprom Alexander Tyulyakov, de 61 años, fue encontrado muerto por ahorcamiento en su casa cerca de San Petersburgo. El ucraniano Mikhail Watford fue encontrado ahorcado en su casa de Surrey (Inglaterra) tres días después, mientras que el multimillonario Vasily Melnikov, de la empresa rusa de suministros médicos MedStom, fue encontrado muerto en su apartamento de Rusia en marzo.