Itongadol.- La resistencia holandesa se llevó al recién nacido Flip Delmonte después de que sus padres fueran detenidos por los ocupantes nazis de los Países Bajos en la Segunda Guerra Mundial.
Fueron dos de los 102.000 judíos deportados de los Países Bajos y asesinados en campos de exterminio nazis. La madre de Delmonte fue asesinada al legar a Auschwitz, mientras que a su padre, «un hombre fuerte», lo mataron trabajando.
Este martes, Delmonte, de 80 años, asistió a la presentación oficial del Museo Nacional del Holocausto de los Países Bajos, señalando con orgullo una foto suya donada después de la guerra.
«El pueblo judío fue asesinado. Hay personas, niños, que sobrevivieron y no podemos olvidarlos. Hay que recordarlos también en el futuro», expresó Delmonte.
El museo, que cuenta las historias de las víctimas holandesas del Holocausto en videos, fotos, maquetas, será inaugurado oficialmente el próximo domingo por el rey holandés, Guillermo Alejandro.
Tres cuartas partes de los judíos holandeses de antes de la guerra formaron parte de los seis millones de judíos asesinados por los nazis, la mayor proporción de todos los países europeos.
Annemiek Gringold, conservadora jefe, reunió salas de exposición que no escapan a las atrocidades. En una de las salas se destaca la foto de un niño caminando entre cadáveres en Bergen-Belsen poco después de la liberación del campo de concentración.
Pero el museo también presenta pequeños recuerdos de las vidas perdidas: una muñeca, un vestido naranja hecho con material de paracaídas y una colección de 10 botones excavados en los terrenos del campo de Sobibor.
«Quizá esto sea lo más parecido a los miles y miles de personas anónimas que fueron precipitadas a la cámara de gas. Esto es algo que eligieron ponerse, y es uno de los últimos objetos que tocaron», agregó Gringold.
Además, la conservadora hizo hincapié en que el museo se abre en un momento «en que la generación que sobrevivió al Holocausto nos está dejando lentamente».
Ahora quiere contar su historia «para ser conscientes de adónde puede llevar el antisemitismo en determinadas circunstancias».
Las paredes de una sala están llenas, del suelo al techo, de los textos de cientos de leyes discriminatorias contra los judíos promulgadas por los ocupantes alemanes de los Países Bajos, para mostrar cómo el régimen nazi, ayudado por funcionarios holandeses, deshumanizaba a los judíos antes de las operaciones para acorralarlos.
El museo se encuentra en el histórico barrio judío de la capital holandesa y cerca de un monumento conmemorativo inaugurado oficialmente en 2021 que rinde homenaje a las víctimas holandesas del Holocausto.
Delmonte, por su parte, estuvo encantado de aportar una fotografía al museo, pero se guardó su recuerdo más preciado.
«Tengo en casa un plato de galletas que era de mi madre y que mi tía me regaló en mi cumpleaños. Todavía lo tengo en casa. Así que es muy especial para mí», concluyó Flip.