Itongadol.- Arabia Saudita vigilará el comportamiento de Irán durante el plazo de dos meses acordado para restablecer las relaciones, afirmaron columnistas saudíes el domingo, reflejando la continua cautela en la larga rivalidad entre las potencias musulmanas suníes y chiíes de la región.
El acuerdo alcanzado el viernes con la mediación de China, uno de los principales socios comerciales de ambos países, se produjo tras varias rondas de conversaciones entre Arabia Saudita e Irán celebradas en la región en un intento de contener las tensiones, en un momento de frustración en el Golfo por lo que perciben como una retirada gradual de Estados Unidos de la región.
Teherán y Riad declararon que habían acordado reanudar las relaciones diplomáticas y reabrir embajadas en un plazo de dos meses, y añadieron que sus ministros de Asuntos Exteriores se reunirían para poner en práctica el acuerdo, sin mencionar un calendario más detallado.
«El período de dos meses es la primera prueba de la credibilidad de Irán y de sus buenas intenciones, ya que debemos ver el comienzo de un cambio real en el panorama regional y una corrección real en sus relaciones con el Reino», expresó el columnista saudí Hamoud Abu Taleb en Okaz, un diario saudí.
Una de las principales fuentes de tensión es Yemen, donde Riad lidera una coalición militar que desde 2015 lucha contra el movimiento Houthi, alineado con Irán, que durante la guerra lanzó misiles y drones contra el reino.
Abdullah al-Otaibi, en un artículo de opinión publicado en el periódico saudí Asharq Al-Awsat, se mostró de acuerdo en que el plazo para reabrir las embajadas «pondría a prueba» el compromiso de Irán y afirmó que Pekín podría desempeñar un papel más eficaz que los «fracasados» esfuerzos de Occidente con Teherán.
El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, conversa con el ministro de Estado y asesor de seguridad nacional de Arabia Saudí, Musaad bin Mohammed Al Aiban, durante una reunión en Pekín (China) el 10 de marzo de 2023 (crédito: CNSPHOTO VIA REUTERS)
Alianzas en los Estados árabes
Los Estados del Golfo están cada vez más desilusionados con Estados Unidos, su principal aliado y garante de la seguridad, en particular por el pacto nuclear de 2015 de las potencias mundiales con Irán, que consideran defectuoso por no abordar el programa de misiles iraní y sus aliados.
Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos decidieron ejercer un mayor control sobre la estabilidad regional aplicando políticas exteriores conciliadoras que esperan les permitan centrarse en las prioridades económicas.
«Es natural mantener lazos diplomáticos aunque sea a bajo nivel porque el enfoque expansionista de Irán creó muchos puntos de contacto con Arabia Saudita, pero tenemos que mantener los ojos abiertos», afirmó el columnista saudí Tariq al-Homayed.
«China es el garante de este acuerdo. Esto será importante si Irán no cumple», añadió.
Estados Unidos mencionó sus reservas sobre la profundización de los lazos entre los Estados del Golfo y su rival económico China, cuyo presidente asistió a una cumbre del Golfo en Riad el año pasado en un momento de graves tensiones en la relación estratégica entre Estados Unidos y Arabia Saudita.
Riad y Abu Dhabi aseguraron en repetidas ocasiones que buscan diversificar sus socios estratégicos, al tiempo que presionan a Washington para que asuma compromisos concretos en materia de seguridad regional.