Itongadol.- La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ha perdido casi toda capacidad de garantizar que los 8.200 millones de dólares de ayuda humanitaria no gastada no terminen en manos de terroristas tras el congelamiento de la financiación exterior y la inactividad del personal por parte de la administración Trump, advirtió un organismo de control del gobierno.
El rápido desmantelamiento de la agencia por parte de la administración ha dejado la supervisión de la ayuda “en gran medida no operativa”, dijo la oficina del inspector general de USAID en un informe, señalando específicamente las anteriores preocupaciones por que el dinero de la ayuda fuera a Hamás y otros grupos terroristas.
El recorte de fondos significa que a los observadores encargados de asegurarse de que ninguna ayuda estadounidense en Medio Oriente o Asia Central llegue al Estado Islámico, Hezbollah, los hutíes o Hamás se les ha ordenado que no vayan a trabajar, dijo el organismo de control.
“Esta brecha deja a USAID susceptible de financiar inadvertidamente a entidades o salarios de individuos asociados con organizaciones designadas por Estados Unidos como terroristas”, se lee en el informe.
La oficina del organismo de control señaló que había presionado a USAID el año pasado para que mejorara la capacitación del personal de esa agencia para asegurarse de que esos monitores estuvieran examinando adecuadamente cualquier desvío de ayuda.
Señalando un informe de julio del contralor que advertía sobre el desvío de ayuda humanitaria a Gaza por parte de Hamás, la Oficina del Inspector General dijo que “en las últimas dos semanas, la escasez de personal y las limitaciones en las comunicaciones con las organizaciones de ayuda derivadas del cese de la asistencia exterior de los Estados Unidos han limitado la capacidad de USAID para recibir, reaccionar e informar sobre denuncias de desvío”.