Itongadol.- Dos mil personas se reúnen en Columbus Circle en una noche calurosa y húmeda para una vigilia en duelo por los seis rehenes cuyos cadáveres fueron encontrados en Gaza, una reunión improvisada de cantos, oraciones y lágrimas unas 24 horas después de que la noticia de la muerte de los cautivos conmocionara a Israel y al mundo judío.
Al igual que muchas manifestaciones centradas en Israel que se han celebrado en Nueva York en los últimos dos años, ésta tuvo lugar paralelamente a manifestaciones multitudinarias en Tel Aviv y en todo Israel. El foco de esas manifestaciones israelíes -la indignación contra el primer ministro Benjamin Netanyahu por no haber liberado a los rehenes- también está presente en la concentración del centro de la ciudad.
Pero esos sentimientos se mezclan con momentos más apagados y conmovedores centrados en lamentar las vidas perdidas, incluida la de Hersh Goldberg-Polin, el estadounidense-israelí que, gracias al activismo de sus padres, se ha convertido en un símbolo mundial de los más de 100 rehenes que siguen en Gaza. Los asistentes afirman que las pérdidas de personas que no conocían a miles de kilómetros de distancia siguen afectándoles mucho.
«No he conocido a ninguna de estas personas, pero las siento tan cercanas», dice Sharon Litwinoff, una vecina del Upper West Sider que asistió a la concentración. «Siempre me ha parecido devastador oír hablar de todas las muertes y todo eso, pero ésta me ha parecido aún más personal».
La multitud ondea banderas estadounidenses e israelíes, algunas de ellas también con el lazo amarillo que simboliza la defensa de los rehenes. Algunos llevan otros símbolos de la lucha por los rehenes, como placas de identificación o camisetas en las que se lee «Bring them home now».