Este fue usualmente malentendido como un plan para abandonar el sueño del Estado Judío en Medio Oriente y optar por la segunda mejor opción. Pero para Herzl, Uganda era una medida para proteger a los judíos del antisemitismo y la violencia hasta que los judíos pudiesen tener su Estado en Palestina.
Los años para el comienzo del siglo XX fueron sangrientos y violentos para el judaísmo europeo. Para dar un ejemplo, en abril de 1903 docenas de judíos fueron asesinados en los pogromos de Kishinev; fueron dos días de violencia en la Rusia zarista provocadas por el libelo de sangre.
La idea de que los judíos se establezcan momentáneamente en Uganda no fue de Herzl: provino de los británicos. Sus raíces se encuentran en un encuentro que hubo en 1902 entre el líder sionista y el secretario colonial Joseph Chamberlain.