Itongadol.- El 18 de febrero de 1943 la Agencia Judía les dio una cálida bienvenida a Éretz (la Tierra de) Israel a 861 chicos judeopolacos refugiados -muchos de ellos, huérfanos- que habían pasado varios meses en Irán tras escapar de la Shoá, razón por la cual los apodaron “los niños de Teherán”.
Algunos de ellos habían comenzado su travesía el mismo 1º de septiembre de 1939 en que su país fue invadido por la Alemania nazi.
Durante el verano boreal de 1942, un millar de niños polacos viajaron en tren desde orfanatos en la Unión Soviética hasta el puerto de Krasnovodsk (hoy Türkmenbaşy), en el mar Caspio turkmeno, donde abordaron barcos que los llevaron hasta Bandar-e Pahlavi (rebautizada Bandar-e Anzali después de la Revolución Islámica) o llegaron hasta allí por tierra.
Allí los esperaban funcionarios de la Agencia Judía, que los llevaron a un cuartel abandonado de la Fuerza Aérea iraní, en las afueras de Teherán, donde los alojaron en un campamento llamado Hogar para Niños Judíos en esa ciudad, creado para ellos con ayuda de los hebreos locales, la Organización Femenina Hadassah y el Comité Conjunto de Distribución (Joint).
Mientras tanto, David Ben Gurion y Eliyahu Dobkin negociaban con funcionarios británicos y del gobierno polaco en el exilio la posibilidad de llevarlos niños a Éretz Israel, lo cual requería certificados de inmigración que el Reino Unido era muy reacio a dar durante la guerra.
Sin embargo, esta vez no solo les dio visas a los niños y a algunos adultos que los acompañarían, sino que puso a su disposición un barco que los llevó hasta Suez, tras una escala en Karachi, Pakistán. Luego atravesaron en tren el desierto del Sinaí hasta Atlit, una base militar británica al sur de Haifa, donde los emocionados residentes les dieron caramelos y otros regalos.
Seis meses después, el 28 de agosto de 1943, llegaron otros 100 niños después de haber viajado por tierra a través de Irak. Al poco tiempo todos fueron llevados a kibutzim y moshavim (cooperativas agrícolas similares), donde fueron adoptados (foto en Kvutzat Iavne).
Según la Enciclopedia del Holocausto del Museo Conmemorativo de los Estados Unidos, 35 de ellos luego perdieron su vida, ya sea como soldados o civiles, durante la Guerra de la Independencia del Estado de Israel, en 1948/49.