Inicio Keren leyiedidut Entrevista a olé jadash: “La tarea del Keren Leyedidut en mi proceso de aliá fue fundamental”

Entrevista a olé jadash: “La tarea del Keren Leyedidut en mi proceso de aliá fue fundamental”

Por Iton Gadol
0 Comentario

Itongadol.- Eduardo Blacher tiene 65 años, es contador público, consultor psicológico y en julio de 2021 comenzó a vivir en Israel. En una entrevista con ItonGadol, destacó lo importante que fue el Keren Leyedidut desde que comenzó su proceso de aliá hasta hoy en día y contó cómo es su vida actualmente en el Estado hebreo.

“Acá se respira un clima de libertad, de seguridad. Ver flameando una bandera israelí me da la sensación de orgullo y pertenencia. Ver el verde en todos lados sabiendo que debajo hay desierto. Ver cómo crece el país y cómo la moneda de acá es cada vez más valiosa y creciendo a paso firme. Es muy poco habitual que la gente hable del tipo de cambio. Donde si querés trabajar en lo que sea, hay trabajo. Cada vez que visito Argentina, me convenzo que Israel es mi lugar”, resaltó.

-Contanos un poco de vos: ¿Cuándo llegaste a Israel? ¿A qué te dedicás? ¿Cómo está compuesto tu grupo familiar?

– Llegué el 15 de julio del año pasado, o sea que estoy a poco tiempo de cumplir mi primer año en Israel. Mi grupo familiar está compuesto por mi mamá en Buenos Aires, una hermana en Buenos Aires y otra hermana que hizo aliá hace más de 35 años con toda su familia. Soy divorciado, tengo tres hijos. Mi hija mayor está acá con su marido e hijos. Vivimos juntos en Modi’in y tengo dos hijos con sus parejas y un nieto en Buenos Aires. Estuve en Argentina dos veces desde que llegué a Israel, para saludar a la familia y por temas de trabajo. En Argentina soy contador público, consultor psicológico y entrenador internacional de Focusing, que es una disciplina a la cual me dedico a full. Acompaño tanto a personas en proceso de aprendizaje y autoconocimiento, como a grupos, facilitando talleres, encuentros y formación. Justamente voy a dar un taller acá en Israel, en Ra’anana, el 14 de julio, justo un día antes de cumplir un año. El taller consistirá en la pregunta “¿Qué lugar ocupa el qué dirán en tu vida?”

-¿Por qué tomaste la decisión de hacer aliá?

-Tomé la decisión de hacer aliá hace muchos años y siempre lo fui postergando por distintas cosas, siempre familiares. Somos una familia muy unida. Yo ya venía pensando en hacer aliá cuando mi papá se enfermó, sabiendo que su vida llegaba a su fin, y mi mamá había dicho que venía conmigo a probar suerte. Ella se fue a vivir con mi hermana, que vive en Yerushalaim, pero desgraciadamente decidió volver a la Argentina.

Luego de mi segundo divorcio fue cuando realmente tomé la decisión definitiva y también, de alguna manera, impulsado por la decisión de mi hija mayor y su familia de hacer aliá prontamente.

No pude vender mi casa en Argentina, y ese es uno de los motivos por los que ya viajé dos veces para allá y pienso viajar de nuevo en noviembre. Pero cada vez que llego a la Argentina, ya tengo ganas de estar acá de vuelta.

-¿Cómo te acompañó el Keren Leyedidut, tanto antes como después de viajar? ¿Qué tan importante fue en este proceso?

-Finalmente la decisión la tomé en agosto de 2020, donde abrí carpeta en la Sojnut y tomé contacto con el Keren Leyedidut casi inmediatamente, porque Andrea, mi hija mayor, ya lo había hecho antes que yo. El Keren Leyedidut no solamente me acompañó de una manera maravillosa, sino que lo sigue haciendo. El Keren Leyedidut acá en Modi’in, representado por Bárbara es muy atento, muy presente y dispuesto a colaborar, pregunta cómo estamos, si hay algo que necesitemos y en que nos puedan ayudar. Nos invitan a diversas charlas y seminarios.

La tarea del Keren Leyedidut en mi proceso de aliá fue fundamental. No solamente en el tema del pasaje, del viaje, del dinero inicial, de la ayuda paso a paso en las cosas que iba a ir necesitando hacer. También estuvieron siempre dispuestos ante preguntas sobre temas de trámites habituales, están disponibles para ayudar. Estoy realmente agradecido al Keren en general y particularmente a Bárbara Waserman, que es excepcional en toda la ayuda, desde que llegué hasta hoy en día. Cada vez que hay algo que necesito hacer, le pregunto a ella, porque sé que es confiable y certera en lo que me responde.

– ¿Participaste en un seminario organizado por el Keren Leyedidut en Jerusalem recientemente? ¿En qué consistió la actividad y qué te pareció?

– Participé en uno porque yo habitualmente doy clases en Argentina y tengo cursos en horarios argentinos, lo que implica que a veces doy clases en horarios de Israel de 19.00 a 1 o 2 de la mañana, con lo cual hay muchas actividades que me pierdo. La actividad consistió en una charla que dio una profesional que trabaja sobre cómo revalidar títulos en Israel. La charla tuvo muchísima información, toda escrita. Por suerte compartieron el Power Point, que era muy extenso, así que con tiempo me voy a dedicar a leerlo. Aunque creo que va a ser bastante complicado el tema de la revalidación, porque es prácticamente como empezar mis carreras de estudio de vuelta, cuando tengo muchos años de experiencia en mi profesión.

-¿Cómo es tu vida actualmente en Israel?

-Como soy profesor, tengo varias cátedras y a su vez consultantes en la Argentina, cosa que acá me es más difícil porque no tengo una profesión que esté habilitada para ejercer. Sin embargo, me dijeron que yo puedo dedicarme a hacer una asistencia emocional, sin utilizar la palabra psicológica, porque no tengo el título que me habilita para eso. Entonces, como mi materia está más vinculada a una cuestión de desaprendizaje para reaprender conductas, puedo hacerlo como una asistencia emocional, así como hay otras profesiones que no necesitan título habilitante.

Mi vida en Israel es muy activa, porque me despierto muy temprano a la mañana y me acuesto muy tarde a la noche. Así hice el Ulpán kitá alef completo, todos los días. Luego me invitaron a participar en Kitá Bet. Lo hice hasta la mitad. Lo tuve que dejar porque ya era demasiado levantarme todas las mañanas a las 6 y acostarme a la 1 o 2. Y decidí hacer un curso a mi tiempo, para ir arreglándome con lo que pueda con el hebreo, un poco mejor con el inglés y el resto en español.

Los cursos y talleres que ofrezco son  en español y un poco de portugués.

-¿Qué le dirías a alguien que está dudando en hacer aliá?

-Primero le preguntaría qué es lo que lo hace dudar. Yo le puedo decir a ese alguien mi experiencia. Acá se respira un clima de libertad y seguridad. Si querés trabajar en lo que sea, hay trabajo. Donde no te mienten con las estadísticas. Donde la política es política, solo que acá se vive un clima de libertad. Saber que estando acá en el centro del país, en media hora de tren puedo estar en la playa. Donde puedo trabajar con mi computadora y mi celular por la calle sin temer que me lo roben. Yo en Buenos Aires tenía todo lo necesario para vivir muy bien. Lo único que me faltaba era seguridad, en cuanto a los robos y a la seguridad jurídica. Acá no hay piquetes, no hay trapitos. A veces me detengo en un semáforo y veo que está faltando algo, y claro, lo que falta es el trapito, el que te estira la mano. Yo no dudé ni un minuto en venir. Pero claro, lo mío tiene más que ver con una cuestión de pasión, de un deseo absoluto de saber que este es mi lugar. Antes de hacer aliá, yo vine de visita como diez veces y siempre me iba con la sensación de querer más. Si querés trabajo, acá hay. Si querés vivir bien, acá podés. Todo lo que tengas y ganás en Argentina, acá no alcanza. Es un país muy caro para el bolsillo argentino. Trabajando en israel se puede vivir muy dignamente con un salario normal. Me pueden decir… pero tengo que dejar tantas cosas y personas, es absolutamente cierto, particularmente me quedo con lo que gano y no con lo que dejo, familia, amigos y cosas. Pienso bastante en todo eso, aún así elijo estar en mi lugar en el mundo.

Gracias Keren Leyedidut por todo su apoyo.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más