Itongadol.- El terrorismo con globos incendiarios regresó a las comunidades fronterizas con Gaza. El olor del humo volvió a llenar el aire y las manchas ennegrecidas se extendieron por bosques, reservas naturales y espacios abiertos. Más de 100 incendios se desataron en los bosques de KKL durante las últimas semanas, consumiendo más de 340 acres de bosques, principalmente en Be’eri, Kissufim y Nahal HaBesor. Y eso sin contar las otras reservas naturales y áreas abiertas afectadas.
Cada mañana, los bomberos de la región occidental de Negev se reúnen bajo la torre de control de incendios en el bosque de Be’eri. Moshe Baruchi, patrullero local de KKL y comandante de área de las fuerzas de extinción de incendios, informa al equipo y asigna tareas. «Estamos persiguiendo los globos [cargados de explosivos] y apagando incendios de la mañana a la noche», dice. Suena agotado, pero mirándolo a los ojos, se puede ver lo decidido que está en llevar a cabo la misión y proteger el bosque.
Para un forastero que visite el área, parece una zona de guerra. Los walkie-talkies crepitan, los equipos de trabajo se ponen en pie de un salto y corren hacia sus vehículos, camino a otro incidente. Para ellos, es solo otro día rutinario de incendios provocados. Reciben alertas unas 40 veces al día. La llamada normalmente proviene del observador de vigilancia de incendios estacionado en la torre de vigilancia con vista al bosque. En algunos casos, los residentes o agricultores que trabajan en los campos detectan el incendio y alertan a las autoridades.
Para Charlie Mor-Yosef, ingeniero forestal del KKL para Eshkol, proteger los árboles es una misión personal. Como silvicultor que ha trabajado en esta región durante más de 20 años, él mismo había plantado muchos de los árboles. «Es difícil ver cómo los árboles que tanto hemos trabajado para plantar y cultivar se consumen en un instante. Pasarán muchos años para que el bosque se recupere y vuelva a ser lo que era».
«Tenemos que llegar al centro del fuego lo más rápido posible antes de que el viento propague las llamas», dice. «Cientos de globos llenos de explosivos y sustancias inflamables se lanzan en nuestra dirección todos los días desde el otro lado de la frontera».
Mor-Yosef enfatiza que es un esfuerzo conjunto de todas las fuerzas: los Servicios de Bomberos y Rescate, la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel, las Fuerzas de Defensa de Israel y, por supuesto, los equipos de extinción de incendios del KKL. «El personal de KKL tiene la ventaja única de estar familiarizado con el entorno del bosque. También contamos con equipos de extinción de incendios especialmente diseñados para bosques, incluidos dos camiones de bomberos que están adaptados para la conducción todoterreno».