La representante de Keren Hayesod en la Argentina junto con Marcelo Bancic y vicedirectora de Keren Hayesod CUJA, Carina Reismann Aloni, mantuvo una entrevista con ItonGadol sobre los desafíos de la institución después del 7 de octubre y todo el trabajo que queda por delante.
“Lo más fuerte de todo es que Argentina tuvo el número más grande de donantes. No hablo de montos, hablo de cantidad de gente. La gente puso lo que pudo. Y eso no es poco. Ahora pasamos de la emergencia a la reconstrucción. Este año nosotros estamos más enfocados en la reconstrucción”, destacó.
-¿Dónde vivías en Israel, y cuál es tu rol en la institución?
-Yo llegué a Buenos Aires a finales de agosto con mi familia. Mi marido es sabra, educador, y tengo dos hijos de 14 y 11 años, que estudian en el colegio Martin Buber. En Israel, vivimos en el kibutz Eretz, que queda a 400 metros de la frontera de Gaza, así que nos salvamos del 7 de octubre. Mi función es Vice directora de Keren Hayesod CUJA y representante de Keren Hayesod en la Argentina junto con Marcelo Bancic.
-¿Cómo fue vivir la tragedia del 7 de octubre sabiendo que podían estar allá y estando acá?
-Fue muy fuerte, la madrugada del 7, recibimos los mensajes de nuestros vecinos contando que había terroristas en la zona.
Vivimos otro tipo de trauma, no estábamos allá y nos sentíamos solos y sin poder estar en nuestra comunidad, con nuestra gente. Es un momento de mucho sentimiento de pertenencia.
A la vez, mi hijo chiquito directamente me dijo “mamá, nos salvamos” y mi hija más grande, que es adolescente, todo el tiempo hablando con las amigas.
Perdimos mucha gente querida, muchos vecinos de otros kibutzim y moshavim. Muchos sentimientos encontrados, yo no pude manejar de tanta ansiedad que tenía. Estuve días sin dormir y con mucha inquietud, por la incertidumbre que había y que aún hay.

-El Keren Hayesod cumple un rol fundamental en la historia del pueblo judío, pero el 7 de octubre ha tenido un protagonismo mayor por su compromiso constante con Israel. ¿Cómo lo ves vos?
-Lo primero que se me pasó por la cabeza, el 7 de octubre fue tomar un avión, para estar en Israel y ayudar a reconstruir la comunidad, mi comunidad.
Pero si me tocó estar en Argentina, es por algo. Tenemos la misión de ayudar, en el lugar en el mundo que nos encontremos. No solo para el kibutz, sino para todo Israel. Conozco muy bien el serio trabajo del Keren Hayesod, desde antes de mi shlijut. Como residente del Sur de Israel, les digo que veo los refugios que los donantes del Keren Hayesod ayudaron a construir, los centros de resiliencia donde la gente tiene los tratamientos terapéuticos. Mi responsabilidad también es decir a la gente que antes del 7 de octubre Keren Hayesod ya estaba, que además de recaudar fondos para lo mencionado anteriormente, quiero resaltar las ventajas del Keren Hayesod frente a otras organizaciones que ayudaron mucho en Israel.
Keren Hayesod tiene más de 100 años trabajando para el Pueblo de Israel, conoce y trabaja junto a los hospitales, los consejos regionales, a las ONGs. La gente conoce a Keren Hayesod, porque siempre estuvo y es parte del fortalecimiento de la sociedad.
-La directora de la mesa de emergencia de la Agencia Judía fue categórica respecto a que el trabajo sobre las consecuencias del 7 de octubre recién empieza. ¿Qué pensás al respecto?
-Ella trabaja con el Fondo que se destina para casos de atentados. Y de pronto tuvimos en un día miles y miles de personas que necesitaban del fondo.
Pasaron ocho meses de guerra. Mucha gente todavía tiene familiares secuestrados. El trauma sigue, está.
No todos están preparados, para trasladarse, aun para empezar con tratamientos. Nosotros ayudamos para lo que necesiten, estamos disponibles para ellos. Cuando termine la guerra en Gaza, seguirá la ayuda. La ayuda no es solamente inmediata, la ayuda es permanente durante los años que se necesiten.
La situación con el Líbano empeora día a día, En el norte, tenemos mucho por hacer, para acompañar a los ciudadanos de la zona, y a los que se encuentran desplazados.
-En lo local, ¿cómo fue la conducta de los donantes, de las personas que ayudan?
-Fue un choque lo que pasó, no solamente para los judíos del mundo, sino también para la gente que cree en la humanidad. Israel es muy fuerte y se tenía la idea de que Israel no necesitaba ayuda, así que se cayó un mito. La gente entendió que es una cuestión de supervivencia del pueblo judío. Lo más fuerte de todo es que Argentina tuvo el número más grande de donantes. No hablo de montos, hablo de cantidad de gente. La gente puso lo que pudo. Y eso no es poco. La gente quiso ayudar y se sentía impotente porque no sabía cómo. Así que vinieron, agarraron teléfonos y llamaban para conseguir donaciones. Así como el evento de las mujeres, autoconvocadas, que juntaron 570 mujeres para hacer un jardín antibombas en el Sur de Israel.

-Cuando me dicen esto recién comienza, debe ser trasladado a cada kehilá para que sepan que el apoyo debe seguir existiendo.
-Sí, lo más lindo es que muchas instituciones de Argentina se sumaron a la campaña de emergencia de Keren Hayesod y ayudaron mucho como instituciones. Es decir, las instituciones pusieron plata en nombre de la institución.
Ahora pasamos de la emergencia a la reconstrucción. Este año nosotros estamos enfocados en la reconstrucción.
-¿Qué estimás para el resto del año de trabajo en la Argentina?
-Todos sabemos la situación de Argentina, que es muy compleja, pero hay que recordar que el 7 de octubre todavía no terminó. Hay mucho por hacer, cada uno que ayudó en la campaña de emergencia hace la diferencia en la campaña de reconstrucción. Hay que seguir ayudando, hay que seguir fortaleciendo a Israel, los soldados que van, los inmigrantes solos… nosotros creemos que los porcentajes de aliá van a subir, no solo de Argentina, en todo el mundo, por antisemitismo, pero también por sionismo. Invito a todos los que tienen iniciativas, ideas para hacer, así como lo hicieron estas mujeres maravillosas para ayudar a Israel. Keren Hayesod – CUJA está con las puertas abiertas. Toda ayuda es bienvenida.
Kol Israel arevim ze la ze