Inicio Keren Hayesod (CUJA) Hafsaká, una nueva propuesta de Hacoaj y CUJA para la educación no formal

Hafsaká, una nueva propuesta de Hacoaj y CUJA para la educación no formal

Por Iton Gadol
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ItonGadol.- En una entrevista con ItonGadol, el director ejecutivo de Hacoaj, Ariel Jenik, y el director de CUJA, Paul Rozenberg, presentaron Hafsaká, una iniciativa para brindarles a los alumnos de la red escolar judía un espacio de juego con contenido judaico-sionista.

“Si bien los chicos comparten por fuera del ámbito de la escuela distintas plataformas con sus amigos, no lo hacen con todo el grado, y de esa manera quizás hay chicos que quedan excluidos. Nos pareció que esta iniciativa era una forma de complementar la tarea académica que venía haciendo la escuela con un espacio de educación no formal”, explicó Jenik.

De este modo, los alumnos comparten la faceta social, grupal y lúdica que tenían los recreos en la escuela, pero a través de una plataforma virtual para poder participar a pesar de la pandemia del coronavirus.

“Automáticamente me enamoré de la idea y del concepto, porque tiene que ver con muchas de las cosas que CUJA hace en cuanto a su participación con las escuelas”, destacó por su parte Rozenberg.

-¿Cómo surge la iniciativa?

Ariel Jenik: La iniciativa surge de un modelo en el cual Hacoaj ya viene trabajando desde antes de la pandemia, que implica alianzas estratégicas con otras instituciones comunitarias y no comunitarias también. En este caso particular, vimos que los colegios transformaron su programa educativo de la forma presencial a la virtual, con excelentes resultados. Pero lo que no pudieron transformar es el espacio del patio, del recreo, la parte social, grupal y lúdica. A través de nuestro departamento de Hadrajá, creamos esta propuesta con contenido judaico-sionista. Porque si bien los chicos comparten por fuera del ámbito de la escuela distintas plataformas con sus amigos, no lo hacen con todo el grado, y de esa manera quizás hay chicos que quedan excluidos. Nos pareció que esta iniciativa era una forma de complementar la tarea académica que venía haciendo la escuela con un espacio de educación no formal. Es un programa que está abierto para todas las escuelas de la red escolar judía, que tiene un costo, pero entendiendo la situación que están pasando todas las instituciones durante esta crisis, nos propusimos buscar un socio estratégico, que complementando las donaciones que nosotros pudiéramos generar, nos acompañe en el sostén económico de este proyecto. Ahí es donde CUJA se suma, también con la generación y supervisión del contenido.
El proyecto lo fui validando personalmente con mis hijos, que son alumnos en ORT y en Scholem Aleijem. También lo evaluamos junto a amigos, cuyos hijos están en distintas escuelas, y con directores y voluntarios. A todos les pareció una idea fantástica.
Paul Rozenberg: Ariel nos contó su idea para implementarla junto con los madrijim y para poder involucrarse con las escuelas en el marco del tiempo libre que tienen los chicos en este modo de clases virtuales. Automáticamente me enamoré de la idea y del concepto, porque tiene que ver con muchas de las cosas que CUJA hace en cuanto a su participación con las escuelas.

-¿Cómo una socio-deportiva detecta la importancia que pueden tener sus acciones dentro de las aulas de una escuela?

Ariel Jenik: Hacoaj, siendo una institución líder en la comunidad y trabajando fuertemente tanto en lo deportivo como en lo identitario y en lo social, tiene muchísimo contacto con las escuelas, tanto a nivel profesional como voluntario. Un enorme porcentaje de nuestros socios asiste a las escuelas de la red escolar judía, con lo cual tenemos un fuerte contacto de lo que pasa ahí e intuimos qué era lo que no estaba pasando. Entendimos que podíamos hacer un aporte como institución hacia la comunidad y hacia otras instituciones, y principalmente a un montón de chicos, para darles la posibilidad de jugar con amigos en el marco escolar. Nuestra idea en ningún momento fue ir a ocupar ningún lugar, que entendemos que es del colegio, sino complementarnos con ellos. Y cuando el mundo vuelva a ser el mundo que solíamos conocer, tal vez esto no siga o tal vez se transforme en otra cosa. Complementarnos entre instituciones es el modelo comunitario a seguir.

-¿Qué significa para CUJA participar de una iniciativa no común como es esta?

Paul Rozenberg: CUJA como institución trata siempre de atravesar la comunidad judía argentina como tal, en el sentido de que en la medida de que haya propuestas de las instituciones que coincidan con la misión de CUJA y del Keren Hayesod, serán bienvenidas. Y cuando escuchamos la propuesta nos encantó. Tiene que ver con la educación escolar no formal. Nosotros estamos involucrados en lo económico con ayudas que damos a las escuelas y movimientos juveniles. En este caso, viene de una socio-deportiva y nosotros venimos trabajando desde hace tiempo con el proyecto de Bekeff, para viajar a Israel, y nos pareció que esto también va de la mano con la visión de la institución en cuanto a la trasmisión de valores y educación judía para los chicos de la red escolar.

-¿Quiénes son los que llevan a cabo este proyecto?

Ariel Jenik: El proyecto es llevado adelante por madrijim, una coordinadora de Hacoaj y otra de CUJA. Contamos con el acompañamiento de las direcciones ejecutivas de las instituciones y de los donantes. Pero quienes se ocupan más que nada son las coordinadoras y el equipo de madrijim, que son los mismos para distintos grados de distintas escuelas. Así que es un trabajo que se hace en conjunto con las morot y con las directoras de las distintas escuelas.

-¿Qué significa asociarse con una institución tan importante como CUJA, en un momento de pandemia, donde la unión está haciendo la fuerza?

Ariel Jenik: Hacoaj viene trabajando en el desarrollo de alianzas estratégicas ya desde hace tiempo. Este es un modelo más. La asociación con CUJA tiene la misma base sólida que otras alianzas que tenemos, que están sostenidas en un vínculo de principios, valores y objetivos que están alineados. En ese sentido, Hacoaj entiende que en este proyecto podíamos ir de la mano y generar un impacto positivo para las familias de la red escolar judía en un momento tan particular.

-¿Cuál es el resultado y a futuro qué puede ocurrir?

Ariel Jenik: El resultado que hemos tenido hasta ahora, tanto de parte de los chicos como del equipo docente de los colegios ha sido excelente. El espacio es quincenal y los chicos que ya lo tuvieron pidieron tenerlo de vuelta. Vemos que semana a semana vamos hablando con más escuelas que lo van tomando. Entienden que es un complemento, algo que los puede ayudar tanto a ellos como espacio educativo como a las familias.
Paul Rozenberg: La idea es romper la monotonía del modelo escolar 2020. ¿Quién se iba a imaginar que los chicos iban a estar estudiando a través de zoom? Esto es poder ofrecerles un espacio de educación no formal en el marco de lo que significa un aula de clases, pero mucho más distendido, con contenidos judeo-sionistas.
Ariel Jenik: A futuro, creo que va a crecer y va a haber que seguir buscando donantes para hacerlo sustentable y que la escala aumente. Ojalá inspire a todos a seguir por este modelo de alianzas complementarias y podamos entre todos fortalecer nuestra comunidad en esta etapa tan particular, donde aquel que necesita tiene que encontrar del otro lado alguien que lo asista.

-¿En qué escuelas está funcionando? ¿Puede seguir creciendo en otras escuelas?

Ariel Jenik: Al día de hoy, el proyecto ya comenzó en Natan Gesang, Beth, Buber, Bialik y pronto comenzará en Bet El y estamos definiendo horarios con Tarbut, Hillel y Tel Aviv.

-¿Por qué es importante estar presente en este tipo de iniciativa?

Paul Rozenberg: El Keren Hayesod y yo personalmente -que soy el resultado de las políticas del Keren Hayesod, porque soy alguien que hizo aliá desde Sudamérica y que recibió educación judía en una escuela- creemos en la necesidad de, independientemente de si alguien va a hacer aliá o no, aportar a la educación judía-sionista y aportar a todas las herramientas que un niño debe tener en cuanto a su experiencia y su formación como joven judío, en referencia a los valores, la historia y si se puede, un viaje a Israel. En todas esas cosas estamos presentes como institución. Hoy en día CUJA y Keren Hayesod destina una suma importante, que presenta el 20 o 25 por ciento de lo que recauda la institución mundialmente. Es una forma de devolver a las comunidades su apoyo, de la misma manera que lo hacemos con los programas ‘Todos al Shule’, las becas de MASA y otros proyectos más.

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