Itongadol.- La escuela Hadassim, de la mano del programa Naale, recibe a adolescentes que hicieron aliá y no tienen familiares en Israel. ItonGadol visitó la institución y dialogó con la estudiante Yael Laham, que desde hace pocos meses está viviendo esta nueva experiencia.
Yael Laham es una joven oriunda de la provincia de Salta, Argentina, y llegó a Israel hace poco más de seis meses.
“Yo quería hacer un programa y mis padres empezaron a averiguar cuál era la mejor opción, porque siempre quisieron que estudiara en Israel. Ellos se ocuparon de ver qué era lo mejor para mí y Naale fue el camino elegido. Yo soy de Salta y allí nunca tuve educación judía. Vine sola y soy hija única. Mis padres se quedaron en Argentina”, contó Laham a ItonGadol.
“De un día para otro me dijeron ‘si vos querés hacer este programa, tenés que irte en septiembre’… y estábamos en julio. Ahí empecé a hacer todos los papeles para realizar los exámenes. Dos semanas después de rendir las pruebas, la llamaron a mi mamá y le dijeron que había aprobado. Yo había estado en Israel de muy chica y no recordaba nada, fue como venir por primera vez. Cuando llegué a acá me largué a llorar. Para mí era un sueño, literalmente. Éramos cuatro argentinos y estábamos todos muy emocionados”, agregó.
Cuando llegó a la escuela, Laham fue recibida por la ex estudiante Tamara Doron, que actualmente trabaja con chicos de Latinoamérica. “Ella fue la primera persona que conocí acá. Nos acompañó a hacer el examen y es muy importante para nosotros. Siempre está para lo que necesitemos”, expresó la joven con cariño.
“Estar acá es muy lindo. El campus, la gente, el colegio, todos los madrijim… La convivencia es muy buena, nos llevamos todos muy bien. Somos de muchos países. Estamos muy mezclados, hay de Europa, Latinoamérica, pero nos llevamos muy bien”, destacó sobre cómo es la vida en la escuela.
“Yo siempre estuve inmersa en la cultura judía, pero nunca había tenido la oportunidad de la educación. A futuro, sueño con estudiar medicina”, puntualizó.
En la escuela, los chicos cuentan con apoyo educativo, charlas con los madrijim, clases de música, batería, piano, coro, básquet, fútbol, tenis, gimnasio, charlas sobre judaísmo y un curso que se hace un año antes del ejército, entre otras actividades.
Asimismo, Laham pudo pasear por Jerusalem y Tel Aviv gracias a los tours del colegio.
“Yo les diría a los chicos que se animen, que lo hagan, que comiencen a investigar y a convencer a los padres, porque es una experiencia súper linda. Los recuerdos, la educación y los amigos que te llevás son muy lindos”, dejó como mensaje para todos aquellos adolescentes que quieran participar de la misma experiencia.